La moda también es política
Cada prenda cuenta algo y funciona como espejo social. La moda es historia, activismo, emociones y lugares, y la única que no debería interesar es la que llega vacía, sin contenido que aportar a la sociedad.
La unión de estos dos conceptos se ven cada vez más plasmados en la actualidad, pues muchas personas, gracias a las redes sociales se han convertido en líderes de opinión reconocidos y, donde van, defienden sus ideales y se hacen escuchar y notar.
Los famosos no se han quedado atrás. Ya quedó en el olvido aquella época en que no se les permitía compartir su punto de vista en temas sociales, todo por cuidar la imagen. Ahora, cada vez que tienen la oportunidad, lo hacen y aquello que usan ha sido su mejor vehículo.
Es por esto que las alfombras rojas se han vuelto el escenario ideal para que esto ocurra. El último caso de moda con mensaje político fue en la Met Gala 2021, cuando la activista y política americana Alexandra Ocasio-Cortez lució un vestido blanco con letras rojas pintadas a mano que decían 'Tax the Rich' (impuestos a los ricos).
No es novedad que la moda se está politizando aceleradamente. Los usuarios ahora demandan a las marcas ser conscientes y responsables con lo que está atravesando el mundo, y así mismo lo hacen con los personajes mediáticos a los que siguen. Ya no hay espacio para la frivolidad a la que se le asociaba a este arte.
- Lo que se dijo en Twitter
La activista feminista y politóloga guayaquileña Valeska Chiriboga, compartió a través de Twitter una reflexión sobre los comentarios que se generaron sobre la aparición de Ocasio-Cortez.
Ella sostiene que 'Tax the rich' es más que una frase estampada en un traje. "Como congresista demócrata ha trabajado arduamente para llevarlo a su trabajo. Su propuesta más conocida, Green New Deal (o nuevo acuerdo verde), busca crear políticas sobre crisis y calentamiento global. Como feminista, latina, del Bronx y de clase trabajadora, se ha enfocado en que las familias más pobres puedan acceder a salud gratuita, vivienda y aumento del salario mínimo".
Y continúa diciendo: "Se argumentó que, en lugar de comprar un vestido tan polémico, ayudara a familias con ese dinero. Su vestido fue elaborado por Aurora James, una diseñadora inmigrante, racializada, que trabajó arduamente para hacerse espacio en el mercado. Aurora James lidera la iniciativa '15% Pledge', que insta a corporaciones a comprometer el 15% de sus ganancias adquisitivas a empresas de propietarios negros".
A esto agrega: "Se dijo entonces que no era coherente por ir al evento. Pero respondió: 'Cuando hablamos de apoyar a familias trabajadoras y de tener un código tributario justo, la conversación ocurre entre la gente trabajadora y la clase media. Es hora de llevar la conversación a todas las clases. A veces, como sociedad somos muy rápidos para juzgar a las mujeres y peor si les gusta la moda, pero hay que siempre ver el panorama completo. La moda es política y Alexandria Ocasio-Cortez es prueba de ello'".
- Tres mujeres y lo político
En Europa hubo dos casos totalmente contrarios sobre el tema. Primero está la canciller alemana Angela Merkel. Su código de vestimenta es bastante sencillo: suele utilizar el mismo estilo de chaqueta, siempre combinada con pantalones.
En la práctica, se dice que el mensaje que está tratando de enviar es que para obtener y mantener un cargo como el de ella, hay que vestirse como lo hacen los hombres. ¿Quién dice que solo los trajes hacen sentir poderosas a las mujeres?
Por otro lado, está la exministra británica Theresa May quien, aunque ya no ocupa el cargo, no se podía dejar de lado. Durante más de 3 años demostró ser fan de la moda y no renunció a ella por su trabajo.
En una ocasión llegó a decir: "Uno de los retos de las mujeres en política es ser nosotras mismas y decir que podemos ser inteligentes y que nos gusta la ropa". Siempre destacó por sus zapatos y estampados.
Y si se trata de aterrizar el tema, no podíamos pasar por alto a la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri. Ella ha sabido hacer de su imagen una aliada para los distintos eventos a los que tiene que asistir. Un día su outfit es más relajado, otro más sexy, otro más formal... y así va variando en sus looks y demostrando que ni uno de estos la hace mejor o peor en lo que se desarrolla.
