Morat en el estadio Modelo: el poder de soñar junto a sus fans
La banda colombiana envolvió a más de 30 mil personas en Guayaquil, con un viaje de sensaciones y sueños
Los sueños son algo muy personal. Para algunos, son en torno a la familia, al trabajo… Para otros es vivir la adrenalina de ver a su agrupación favorita en vivo. Tener la oportunidad de vibrar con los instrumentos, mientras tocan las canciones que los acompañaron en las buenas y las malas, es la sensación con la que han fantaseado por meses.
Morat en Ecuador: Recomiendan a sus fanáticos ir a sus shows en pijama
Leer más“Un sueño” fue la frase que más se repitió en el concierto de Morat en Guayaquil del 27 de julio. Desde los exteriores del estadio Modelo ya había señales que sería un espectáculo para soñar. ¿Y cuál es el atuendo preciso para realizar ese verbo? Pues las pijamas.
Como si fuera una gran pijamada, entre los más de 30 mil asistentes se repetían los pantalones holgados, las batas de seda y los zapatos cómodos. Esta sincronía solo es posible gracias al poder de los fans: una relación que solo se puede explicar al sentir la energía que hay entre el público y los cuatro bogotanos. “Vestir así es por el concepto del show, el estar tan cómodos como en casa”, explica Kathy Burgos, quien llegó acompañada de tres amigas.
Las guayaquileñas han seguido a la agrupación desde el primer concierto en Guayaquil en 2017. Ahora quieren repetir esta emoción con Los estadios: Antes de que amanezca, la gira mundial más ambiciosa del cuarteto.
Son casi diez años desde que se formó el grupo y hoy, tal como le dijeron a EXPRESIONES en 2021, se cumple su descripción: “Esta banda es un monstruo más grande que nosotros”. Este tour es un sueño para los cuatro integrantes, quienes, desde que tocaban en los bares de la ciudad, se imaginaban llenando los estadios más importantes del planeta.
Y como en el preámbulo antes del amanecer ocurren los sueños, el concepto de este concierto fue emocionar oníricamente a los espectadores.
Soñando con Morat
Los guayaquileños entendieron la temática y se dejaron involucrar en las distintas emociones del espectáculo. Que aunque está matizado por canciones de amor, cada una tiene distintas interpretaciones para quienes las escucha. Además, los efectos especiales, luces y pirotecnia intensificaban cada emoción.
Parejas, amigos y familias se congregaron para cantar Faltas tú, Besos en guerra, Llamada perdida o Debí suponerlo. Canciones como estas han marcado su día a día a un nivel muy personal. Como es el caso de la pareja de Isaac Niola y Mary Villacís, quienes están por cumplir un año de enamorados en agosto y celebraban por adelantado. La joven, de 24 años, mostró un gran ramo de rosas rojas que le regaló su novio.
“Esto que estamos viviendo juntos es un sueño”, gritó de emoción sin olvidar señalar que cantarían juntos Salir con vida, el tema que ha marcado su relación. Muy cerca, y también vestida con ropa de dormir, estaba Jael Franco. Ella llevaba tatuajes de la banda en sus dos brazos, pero su favorito es la letra de Mi suerte. Melodía que se la marcó en su piel hace un año luego del concierto que tuvo Morat, también en el Modelo.
Cada canción fue un sueño
Morat llena el estadio Modelo con sus canciones de amor
Leer másCuando se sueña es difícil recordar todo lo que pasa por la mente. Solo lo más importante queda en nuestra memoria y algo similar pasó con los temas que interpretó la agrupación. Aunque en el espectáculo principal cantaron 26 canciones, entre sus más grandes éxitos y los dos últimos discos Si ayer fuera hoy (2022) y Antes de que amanezca (2023), pusieron otros 24 temas que podrían haber pasado desapercibidos.
Una hora antes de empezar el concierto, puntualmente a las 20:00, el sistema de audio puso a todo volumen en el recinto a escuchar las melodías del disco instrumental Antes de que amanezca: Endel sleep soundscape, un proyecto sonoro que funciona para motivar la meditación, introspección y el sueño. La manera perfecta de matizar la espera.
Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil, junto a los hermanos Martín y Simón Vargas, no dejaron de desplazarse por el escenario en todo momento, uno tan grande que cubría toda la cancha del estadio. Antes de despedirse de Guayaquil, ciudad en la que aseguran que se sienten en casa, dejaron palabras de aliento. “Si bien nuestro sueño siempre fue hacer una gira de estadios, esta noche muta un poco. Y es permitirle a la gente que también cumplan los suyos. Guayaquil, les pedimos que todos agarremos estos sueños y los cumplamos”.
El cuarteto le ofreció reverencia a sus seguidores, mientras dejaban en pantallas unas pocas imágenes de lo que será su próximo proyecto, hasta ahora secreto. La nueva meta ya está en camino.
Un montaje único
El escenario es uno de los más grandes que se han montado en Ecuador. 180 toneladas de Layher (el material de aluminio con el que se construye). Tuvo más de 820 metros de pantallas ledes, 23 generadores eléctricos, 540 luces móviles y 260 cajas de audio de alta gama. Todo de producción local.
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