'Objetos Parlantes' indaga en la voz de los muertos
Las historias de quienes han fallecido se narran a través de sus pertenencias en una exposición en Quito
Una bufanda, un collar, un libro, una fotografía; objetos cotidianos que, dependiendo de su uso y su pasado, pueden convertirse en un lazo con la memoria y la identidad.
Eso es lo que propone 'Objetos parlantes: afectos y memorias de la ausencia', muestra curada por la artista Rosa Inés Padilla, y que abrió sus puertas en el Centro Cultural Benjamín Carrión Bellavista de la capital.
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Leer másLa exposición, explica la creadora, empezó hace varios años con una investigación sobre los lazos emocionales y las historias que los objetos transmiten.
“Tengo cerca de quince años trabajando alrededor de la muerte, la pérdida y el duelo. Hace aproximadamente un año empecé a trabajar con el concepto de los relatos que nos contamos sobre nuestros seres queridos fallecidos partiendo de los objetos que dejaron”, explica.
Al inicio, la propuesta solo se iba a enfocar en las pérdidas generadas durante la pandemia de la covid-19, pero frente a la acogida que tuvo la propuesta, Padilla decidió ahondar no solo en la pérdida, sino en los objetos que permanecen y que se vuelven indispensables para las familias y amigos de los fallecidos.
Para ello, abrió una convocatoria pública a la que acudieron veinte personas con sus objetos.
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“Primero conversé con quienes llegaron, y tras ese momento de catarsis, les hice un retrato con su objeto, que luego fue intervenido”, explica.
La muestra se puede visitar de lunes a sábado, de 09:00 a 17:00.
De la pena y la nostalgia al amor
Baruch Spinoza, polémico filósofo neerlandés, afirmaba que todos los objetos poseen el impulso activo de persistir, por lo que deben ser pensados como recipientes de una fuerza que hace posible su existencia. En esas palabras se inspiró Padilla para desarrollar su investigación y plasmar los retratos.
“La idea era dejar de ver al objeto como catalizador de un trauma, sino más bien, empezar a recordarlo desde los afectos, las emociones. El recordar desde el amor fue la propuesta que se les hizo a las personas que participaron en las entrevistas”, señala.
Con esa mecánica en mente, Padilla logró que los participantes no solo recordaran a sus seres queridos, sino que narren pequeños relatos sobre sus vidas. De ahí surge la cercanía con las plantas de madres y abuelas, el amor a la cocina, los libros de recetas, la proximidad y el cuidado de maestras queridas.
“Las historias fueron muy emotivas, sobre todo las de madres, abuelas y niños. Los retratos no recogen a nadie llorando, porque el proceso fue el de recordar desde el cariño y no desde el duelo”, añade la artista.
Una de las historias más emotivas fue la de una madre que dejó en sus cuadernos extensas cartas para sus hijos y que hallaron solo tras su muerte. “Fue una historia sorprendente, porque no era una mujer muy expresiva, entonces para sus hijos esas cartas eran una sorpresa y un tesoro”, dice.
Pasar De la imagen a la creación
Para Padilla, estas historias comunes y que atraviesan a los participantes, no son individuales sino universales, pues permiten a los espectadores conectar, reflejarse y reflexionar como sociedad.
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Leer másUna vez con las fotografías listas, se contactó con la artista Carolina Iturralde, quien tomó las fotos y las intervino, dándoles un carácter familiar y de juego a través de la escritura sobre la imagen. “La idea era quitarle un poco la pesadez con este juego que hace referencia a la escritura que uno hacía en los álbumes familiares para recordar fechas específicas”, comenta.
'Objetos parlantes: afectos y memorias de la ausencia', se podrá visitar hasta fines de diciembre. Además de la exposición, se llevarán a cabo una serie de actividades en el marco de la misma, entre ellas visitas guiadas y talleres.
El primero de ellos se dará el 10 de diciembre y se enfocará en la creación de fotografías intervenidas similares a las de la muestra.
Los viernes se llevarán a cabo las visitas guiadas, incluido el viernes 29 de noviembre.
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