Otto Sonnenholzner: "Nunca he probado drogas, no me llaman la atención'"
Amante de la cocina, la familia y la música en todos sus géneros, así es el presidenciable que no se sale de la raya y solo tiene un par de zapatos
Economista, comunicador y empresario, saltó a la palestra pública a nivel nacional tras ser designado vicepresidente de la República del Ecuador en el gobierno de Lenin Moreno. Hoy, Otto Sonnenholzner aspira a ser el nuevo gobernante del país y además de ofrecer “paz, plata y progreso”, responde El Cuestionario de EXPRESIONES.
La última vez que hablamos fue hace casi tres años y luego se le perdió el rastro...
A los tiempos, sí. Bueno, estaba estudiando.
Es lo que me respondió su amigo Pedro Pablo Duart, literalmente me dijo: ‘Se prepara para ser presidente del país’. Entonces obtuvo su magíster.
Imagínate. Nunca es tarde para volver a la academia. Estoy muy contento, fui invitado por un año a la universidad de Harvard. Fue un tiempo también para reflexionar, hacer un mejor aprendizaje de las experiencias vividas y ahora estamos de vuelta acá, directo a la batalla.
Creo que desapareció un tiempo para que lo extrañen. ¿Fue mejor así?
(Risas) Puede ser, a mí con que me extrañe mi esposa, me basta. Ella no me ha perdido, por si acaso.
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Leer másEs mejor perderse para ser buscado.
Más allá de cualquier análisis, siento una responsabilidad de dar un paso al frente en un momento difícil. Por eso estoy aquí, con la mejor predisposición, preparación y ganas de hacer las cosas.
A propósito, ¿qué piensa de los más buscados? ¿Conversaría con ellos como propuso el binomio de uno de sus contendores?
No, hermano lindo, eso es un error. No tienes cómo darle espacio a quienes nos han puesto en una situación tan dolorosa, a quienes nos tienen ahogados en un mar de sangre y lágrimas. Hay que caerles con todo el peso de la ley. Me parece terrible y lamentable lo que ha planteado ese candidato.
Oiga, usted que ya llegó a los 40. ¿Cuál es su camino ahora?
Firmeza, apoyo a la fuerza pública, control de cárceles. Mi camino siempre será el de la verdad y la honestidad. Y, sobre todo, el de la toma de decisiones difíciles ante circunstancias tan adversas.
Y cuándo alguien dice por ahí que usted es la otra carta del correísmo, ¿cómo lo toma?
Ahí sí que nada que ver. Yo entré al servicio público justamente para combatir el autoritarismo y corrupción. Trabajé en eso mientras pude, llevando soluciones a la gente. La política no debe ser un espacio para seguir dividiéndonos, hay que encontrar soluciones a los problemas urgentes.
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Leer más¿Entonces usted no cree en las ideologías?
Las ideologías son importantes, pero las etiquetas que tenemos no se han actualizado y no me identifico con ellas. Además, hay un proverbio chino que dice ‘no importa de qué color sea el gato con tal que cace ratones’.
¿Lo dice por su binomio?
Mira, si quieres a alguien joven con experiencia, por ley debe haber trabajado en cualquiera de los tres últimos gobiernos. Aquí la pregunta es qué hiciste cuando tuviste la oportunidad de servir. Si la respuesta es no, vaya por la sombrita.
¿Que no es negociable para Otto?
Nunca negociaría con delincuentes, jamás les daría espacio. Tampoco a la corrupción.
¿Qué lo desarma?
Soy una persona muy sensible, todavía me afecta el sufrimiento que causó una pandemia tan dura en Guayaquil. Si mis hijos, mi esposa, las personas que quiero atraviesan un problema de salud, me llega.
¿Usted nunca se ha salido de la raya?
El que no puede gobernarse a sí mismo, no debería postularse para gobernar un país. Hay que tener la inteligencia emocional suficiente para controlarse y que la presión no venza a la razón.
Y cuando era más joven, ¿no cometió alguna locura?
Seguro, pero tengo pésima memoria.
En todo caso, locuras lícitas...
Nunca he probado drogas, en mi vida, por si acaso. No me llama la atención.
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Leer más¿Tampoco ha ido a Montañita?
Solo para tratar de aprender a surfear, no a otras cosas.
No a ‘volar’...
(Risas) No a eso, me retiré ese intento de ser surfista.
Quiero ser presidente para hacer, ayudar y resolver. No se trata de mí, sino de un proyecto que ojalá en un futuro otros lo puedan continuar.
EN EL DIVÁN
Qué tan importante es la plata para usted?
Soy una persona austera y sencilla que vive bien. La plata la he utilizado para generar empleo, inversión y producción. Evidentemente, precautelo que a mis hijos no les falte la mejor salud, alimentación y educación. Es algo que deberíamos recibir todos los ecuatorianos por derecho, no solo por éxito personal.
Ahora que habla de austeridad, recordé que en la última entrevista me dijo que tenía cuatro pares de zapatos. Ahora resulta que solo tiene un par...
Porque me ves siempre con los mismos zapatos (risas). Mira, uso un par para hacer deporte, el resto es para ponerse terno, pero se dañaron y no los reemplacé. No necesito más.
¿Y los pantalones?
El otro día se me rompió un jean que tiene siete u ocho años y le dije a mi esposa: ‘Arreglámelo’ (risas). No es que sea tacaño, es que no me gusta ir a comprar.
¿Sigue con los pantalones del Alemán Humboldt?
(Risas) Tampoco así, he subido 15 libras, acuérdate que era atleta y estaba papelito. Los hice arreglar, están bien, la próxima vez te los traigo para que lo certifiques.
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Leer más¿Buen cocinero?
Cocino bien, lo disfruto.
¿Su mejor plato?
Hago un buen ceviche, buenas pastas y parrilladas. No soy tan bueno para ensaladas. Lo que quiero aprender a hacer bien es el tigrillo.
Y si usted fuera un plato de comida, ¿de qué estaría compuesto?
De mariscos, dan fuerza y energía en todo (risas).
¿Le hace todavía a la música? Lo vi mezclando hace poco.
Sí, pero son otros equipos, dejé el trabajo de DJ hace 20 años.
Su playlist es por Spotify...
Está fuertemente influenciado por mi esposa y mis hijos. Hay desde salsa y merengue hasta canciones de Taylor Swift. Trato de que mi vida tenga un soundtrack.
Hablan de mí toditos (sus contendores), de quienes he recibido agravios e insultos. Se meten conmigo porque les llegan las encuestas. No tengo necesidad de hablar de ellos, no me gustan los bochinches