Pagliacci, el crimen sangriento que se transforma en ópera
La fundación Teatro Nacional Sucre, en Quito, inicia su temporada lírica con la puesta en escena de la obra del compositor italiano Ruggero Leoncavallo.
Ruggero Leoncavallo (1857-1919) tenía 8años cuando la tragedia tocó a su puerta. Ese día, el niño había ido al teatro de la mano de Gaetano Scavello, su sirviente, cuando en medio de la representación este fue brutalmente asesinado por otro hombre, el zapatero Luigi D’Alessandro. Los celos eran el causa, pues D’Alessandro sabía que Scavello pretendía a su novia.
Tras el juicio, el episodio quedó olvidado y Leoncavallo no volvió a pensar en el funesto incidente hasta que vio la obra 'La femme de Tabarin', en París, en 1887. Los recuerdos regresaron de golpe y el compositor no supo qué hacer más que sentarse a escribir. Así nace 'Pagliacci', ópera que, 130 años después de su primera puesta en escena, monta la fundación Teatro Nacional Sucre como pieza de apertura de su temporada lírica.
Esta, que el sábado 19 de noviembre se podrá ver a las 19:00, cuenta con la intervención del Coro Mixto Ciudad de Quito y la Orquesta de Ópera Metropolitana, ensamble que inaugura su vida artística con esta pieza.
La obra cuenta la historia de un elenco de actores liderado por Canio y Nedda, que van de pueblo en pueblo montando una comedia sobre una infidelidad. No obstante, en el transcurso de la misma, la audiencia descubre que el adulterio trasciende la ficción, cuando Nedda planea huir con su amante, Silvio, dejando atrás a su esposo y a la compañía actoral.
- DOS ELENCOS, UNA OBRA
Alejandro Chacón, director escénico de Pagliacci, explica que entre las características particulares de esta adaptación está un escenario móvil, compuesto por un vagón circense y dos elencos distintos.
“Esta es una ópera muy dura, sobre todo para la voz de un tenor. Nadie aguanta cantar tantos días seguidos sin lastimarse, así que nos pareció muy necesario tener dos elencos, para que estén frescos y la obra se haga con toda la potencia que amerita”, explica.
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Leer másLos personajes son representados, respectivamente por Jorge Cassis y Carlos Galván como Canio, y María Fernanda Argotti y Doris Gordon como Nedda, entre otros cambios.
Esta es la tercera vez que Chacón, que labora en la Ópera de Colombia, visita el país. Previamente montó El Barbero de Sevilla (2005) y La Traviata (2008), en este mismo teatro. La diferencia, explica, es que en esta ocasión, el montaje de Pagliacci se llevó a cabo en tiempo récord. “Con las limitaciones presupuestarias y de tiempo hemos armado la escenografía y los ensayos en un mes”, afirma.
- UNA PIEZA POLÉMICA
La pieza es considerada una de las máximas expositoras de la corriente verista, que le dio un giro inesperado a la ópera mundial, pues deja de lado las historias de los grandes señores y la realeza para enfocarse en los iconos del pueblo, en la vida de los barrios.
“Fue un escándalo en su momento”, explica Chacón. “El movimiento empezó en Francia y el público no lo podía creer, porque ya no habían reyes o dioses mitológicos, sino gente común y corriente y, sobre todo, gente pobre”.
Secretos y recuerdos entre las ruinas
Leer másUn ensamble de sesenta músicos acompaña la puesta en escena, en la fosa ubicada bajo el escenario. Desde ahí, Patricio Arízaga, titular de la Orquesta Filarmónica del Ecuador, dirige las piezas que acompañan la ópera, entre ellos la afamada Vesti la Giubba, que trascendió la obra para convertirse en un tema popular con numerosas adaptaciones en la música italiana.