Ocio

Pilar Emanuel, emprendedora
Apasionada por el arte y la belleza, está segura que la clave del éxito está en la gratitud.Cortesía.

Pilar Emanuel, su corazón en la moda

Movida por el amor, el arte y su fe, crea Amoretto, emprendimiento de papelería, sombreros y carteras con un sello muy especial.

Si se miran sus sombreros o carteras, probablemente encuentren siempre dibujos de corazones. Esa es la esencia de Pilar Emanuel.

Con sus talentosas manos pinta elegantes accesorios de paja toquilla y de tagua. “El amor es mi motor”, confiesa. Eso la llevó a crear Amoretto, un emprendimiento que, al igual que ella, ha tenido etapas de cambios.

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Mamá, apasionada al arte, diseñadora gráfica, experta en marketing y publicidad, emprendedora... Todo eso es ella y dice que la clave para llegar lejos es la gratitud. “La gente a veces se olvida de agradecer, y es una palabra tan poderosa”, refiere.

En diálogo con EXPRESIONES, cuenta cómo ha logrado que un pedazo de ella se imponga no solo en Ecuador, sino a nivel internacional.

Veo corazones en todas las cosas. Si estoy tomando un café, los veo en sus burbujas, si estoy caminando, los veo en el cielo, la hoja, la piedra... De hecho en redes sociales hay una comunidad que comparte lo mismo con el hashtag #heartheverywhere. Es como una bonita forma de ver la vida y te da fuerza para seguir día a día.

Pilar Emanuel

  • AGRADECER CON EL ARTE

La pintura estuvo desde mi niñez. Me inspiraban mucho los viajes a la playa y eran las caídas de sol lo que más pintaba”, cuenta. Ese talento lo perfeccionó en cursos y desde corta edad hizo exposiciones.

Pero el interés por todo lo que explaye su creatividad no quedó allí. Ella quería ir más allá. Por eso, a los 18 años se mudó a Nueva York para estudiar Diseño Gráfico. Establecida en la Gran Manzana se reencontró con el arte.

El Museo Metropolitano se fue convirtiendo en algo parecido a su segunda casa, ya que allí trabajaba organizando exposiciones.

Luego de permanecer seis años en la capital del mundo y con su título bajo el brazo, compró tique de avión y se mudó a Italia. Allí no solo aprendió el idioma, también se empapó más de la movida cultural en los museos de Florencia.

Con todo ese bagaje regresó a Guayaquil y trabajó para algunas importantes agencias de publicidad. Hasta que llegó el momento de formar algo propio.

Fue un proceso. Mientras trabajaba como ‘freelance’ diseñando libros y creando la identidad corporativa para varios clientes, daba forma a lo que sería su emprendimiento.

Yo estaba embarazada y fue entonces cuando empecé a pintar corazones y árboles”, recuerda. Y agrega: “En mí también hay una devoción muy católica y creo que siempre hay que devolver lo que uno recibe”.

Así, siendo madre soltera, no vio nada que la limitara y devolvió todo su amor y agradecimiento a través de Amoretto, un proyecto de arte y diseño con la temática de paz, fe y amor.

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  • DE LA PAPELERÍA A LO FASHION

Desde el 2008, sus corazones empezaron a dar color a elementos que iban desde papelería hasta cuadros y otro tipo de objetos.

Sin embargo, en 2015 llegó la etapa de cambio. “Yo quería exportar, pero la línea de papelería resultaba muy costosa por su peso. Así que en una búsqueda de combinar nuestro arte ‘hecho en Ecuador’ con un producto más exportable y emblemático, inicié una nueva faceta: pintar sombreros de paja toquilla”.

Con temas abstractos, modernos, llenos de color y con corazones en muchas de sus creaciones, se lanzó al rubro de la moda con este accesorio que eleva cualquier look.

Mi idea era darle un valor agregado a una pieza que por sí sola ya es una obra de arte”, dice en referencia al sombrero cuencano.

La acogida fue tal que en 2018 pudo llevarlos a ferias organizadas por el Ministerio de Turismo en Madrid (España) y Sao Paulo (Brasil). De inmediato vinieron las ventas en el exterior, con envíos a Grecia y Estados Unidos, entre otros. “Me llena de orgullo que un pedacito de mi viaje a otros rincones del planeta”, dice.

En los años posteriores, tras conocer artesanas de la Costa y Sierra del país, siguió introduciendo más ítems pintados, como jeans, túnicas, abanicos, carteras y bolsos de paja toquilla en todas las formas y tamaños.

Yo vibro cuando estoy pintando... Por eso mis diseños están llenos de color. Toda mi esencia está puesta allí” explica.

Aunque tiene la colaboración de sus proveedores, Pilar saca su lado polifacético desde Guayaquil. Ella es quien pinta, recibe los pedidos, maneja las redes sociales, hace las entregas... Es una mujer todo terreno.

Pero para destacar hay que innovar, y Pilar fue por más. En los últimos meses del 2022, empezó a explorar el grabado láser de los sombreros de paja toquilla para luego pintarlos. “Estoy satisfecha con los resultados. Creo que hay que seguir innovando y buscando las mejores maneras de promocionar al país con un giro moderno a todo lo artesanal y tradicional”.

  • SU ENCUENTRO CON LA TAGUA

En su afán de seguir haciendo arte, se introdujo en la línea de piezas de tagua. “Fui en búsqueda de un buen proveedor que lo conseguí en Manabí”, cuenta.

Arrancó haciendo corazones, uno de los elementos que más identifica la marca. Algunos eran llaveros, adornos o complementos para su línea de sombreros y carteras.

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En la Navidad pasada, llegaron otras ideas, con modelos enfocados en la fe. El Sagrado Corazón de Jesús y la oración del Ángel de la Guarda complementan ahora su oferta.

De a poco, Pilar fue abriendo una línea corporativa que desarrolla según las necesidades de cada cliente. En estos meses ha podido elaborar piezas como bananos, piñas, rosas, cacao con logos de empresas y sigue en esa exploración. Porque a una mujer de espíritu emprendedor, nada puede pararla.