Pinocho, un musical sin mentiras
La obra de Cano Artes Escénicas se estrena el 2deagosto en el Sánchez Aguilar
Mentirle a un niño puede ser fácil. No está bien, pero puede suceder. Pero en teatro es muy difícil que caigan en la mentira. “Son el público más difícil de todos”, aseguraron los cuatro actores protagonistas de Pinocho, el musical.
Santiago Carpio, Noralma Reeves, Fabo Doja y Juan Sebastián Peralta son los actores que se ponen en la piel de Gepetto, Hada Azul, Pepe Grillo y Pinocho y que este primer fin de semana de agosto le cantarán a los niños de Guayaquil.
La obra musical, producida por Cano Artes Escénicas, tendrá cinco funciones este fin de semana y tiene a más de treinta actores y cantantes ensayando para tener lista esta primera función en la Perla.
Luego de estrenarse en Loja y ser parte del Festival de Artes Vivas el año anterior, presentará su magia y doce canciones inéditas en esta adaptación. “Fue una invitación de Ramón Barranco, como director artístico del Teatro Sánchez Aguilar, estrenarla ahora aquí. Pinocho llegó a las tablas primero en el Benjamín Carrión el Día del Niño del año pasado. Volver a hacerla es muy chévere. Es muy mágica, no es pretenciosa”.
Un cuento musical
Rubén Alvarado es el compositor de las 12 canciones de esta obra de 60 minutos. Estas son la columna vertebral de la historia, por lo que cada personaje puede destacarse con su propia canción. “Son canciones muy melódicas, con mucho mensaje. Todo está muy bien engranado y se le quedan en la cabeza al público que nos ve. Rubén nos cuenta que escribe estos temas en función a cómo nos conoce como personas, por el personaje y en función de la obra. Por eso las hacemos tan propias”, señala Fabo Doja.
Por su parte, Noralma resalta lo nuevo de revisitar los cuentos clásicos. “Aunque la gente sabe de qué va la historia, revisitarla con esta visión te da un nuevo punto de vista. La trama sigue más actual que nunca. Resalta los valores, el no mentir, el obedecer, mensajes importantes”.
Aunque las canciones no están disponibles en plataformas digitales, han considerado esa posibilidad. Esperan pronto volver al estudio y compartir los temas para que estén al alcance de todos.
Los secretos del elenco
La buena relación entre los actores se nota y por eso se animaron a bromear y contar las anécdotas de sus ensayos. Son muchas las historias detrás de esta puesta en escena, tras más de un año de haberla llevado a la realidad.
“No hay malcriados en este elenco. Todos se portan bien, no mienten”, dice entre risas el director e intérprete de Gepetto, Santiago Carpio. “Fabo es el único divo. Va a Loja, a Quito, tiene tantas obras que es un honor que pase con nosotros”, suelta entre carcajadas. Pero le añade seriedad con esta frase: “Intentamos hacer obras que tengan un ambiente familiar, que nos llevemos bien entre todos y aquí somos grandes amigos”.
La magia de Pinocho
Esta obra tiene poca escenografía. Las luces, el maquillaje y el vestuario son los elementos que ponen la fantasía. Incluso le dan un toque real al niño de madera.
Juan Sebastián Peralta tiene 26 años y es la primera vez que presenta una obra en Guayaquil, aunque antes había participado en eventos universitarios.
El actor y bailarín lojano resalta que la danza le da la posibilidad de moverse con soltura y representar este andar rígido.
Vestido con una malla completa y una prótesis para su nariz, se crea la magia que hace caminar al niño de madera. “Trabajar con los pequeños es lo más lindo. Verlos cantar y cómo comienzan a creer lo que sucede en el escenario es lo bonito”, afirma.
¿Orejas de burro?
Por desobediente, a Pinocho lo castigan con orejas de burro. Y por mentir, le crece la nariz. ¿Pero cómo se comportaban los actores en su infancia? Aquí revelan un poco de aquello.
- Santiago Carpio dice que fue muy travieso y que lo regañaban siempre por treparse en todos los árboles.
- Noralma Reeves supo desde niña que podía mentir muy bien. Le gustaba crear historias, aunque eran tan inocentes que no se metió en problemas.
- Juan Sebastián Peralta, el Pinocho de la obra, asegura que se portaba muy bien, pero era muy inquieto, musical y bailarín. Lo regañaban por hacer bulla.
- Fabo Doja, quien interpreta a Pepe Grillo, recuerda que era travieso.
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