R + J, un clásico que rapea verdades

La libertad que brinda la improvisación callejera es algo “único”, asegura el actor y director teatral Sebastián Perdomo.

A sus 28 años se ha dejado encantar por dos vertientes artísticas que podrían parecer incompatibles, pero él ha logrado un equilibrio entre ellas. Estas son el freestyle rap y el teatro. Ahora que cuenta con el dominio de ambas (aunque en el arte hay renovación constante), se embarcó en una de las aventuras teatrales más importantes de su carrera.

Es productor, adaptador y actor de la obra R + J, una versión moderna de Romeo y Julieta que cuenta con mucha música y hiphop de estilo libre, con grandes dosis de improvisación guayaca.

Sus protagonistas, Shalom Mendieta, Christopher Solórzano, David Castro y el propio Perdomo, conversan con EXPRESIONES sobre esta puesta en escena que los ha mantenido trabajando día y noche por varios meses. Y esto trae para ellos una nueva satisfacción: impulsar una corriente novedosa y con mucho potencial dentro del teatro ecuatoriano.

La libertad que brinda la improvisación callejera es algo “único”, asegura el actor y director teatral Sebastián Perdomo.

A sus 28 años se ha dejado encantar por dos vertientes artísticas que podrían parecer incompatibles, pero él ha logrado un equilibrio entre ellas. Estas son el freestyle rap y el teatro. Ahora que cuenta con el dominio de ambas (aunque en el arte hay renovación constante), se embarcó en una de las aventuras teatrales más importantes de su carrera.

Es productor, adaptador y actor de la obra R + J, una versión moderna de Romeo y Julieta que cuenta con mucha música y hiphop de estilo libre, con grandes dosis de improvisación guayaca.

Sus protagonistas, Shalom Mendieta, Christopher Solórzano, David Castro y el propio Perdomo, conversan con EXPRESIONES sobre esta puesta en escena que los ha mantenido trabajando día y noche por varios meses. Y esto trae para ellos una nueva satisfacción: impulsar una corriente novedosa y con mucho potencial dentro del teatro ecuatoriano.

• La entrevista

¿Cómo han estado estos días desde el estreno el pasado 31 de agosto?

Shalom: Llenos de trabajo. Los ensayos han dejado de ser intensivos, pero hemos practicado un poco más para que todo siga estando en línea.

¿Qué tal esta experiencia como actores y raperos a la vez?

Christopher: Ha sido muy divertido. Las partes rapeadas tienen su dificultad y nadie más que Sebastián tenía experiencia en eso. Estas fueron pensadas para los actores, por lo que nos hemos adaptado fácil. Ha hecho un gran trabajo. Hemos tenido también mucho ensayo.

En el caso de Shalom, ¿cómo le ha ido rapeando por primera vez?

Shalom: Incluso como actriz, ha sido un reto, porque yo soy cantante, tengo experiencia en shows y la interpretación sí ha sido distinta. Tengo pocos rapeos, pero sí una canción completa mía, en la que puedo cantar como Julieta. Me dieron esa licencia.

Sebastián, ¿cómo usted se involucró con el freestyle?

Sebastián: Llevo dos años dentro de este movimiento. He participado en varias ligas a nivel nacional e internacional, incluso ganando varios campeonatos locales.

¿Y cómo une eso con el teatro?

Sebastián: Pues decidí unir a mi esposa y mi moza en una sola…

Claro. El teatro es su esposa y el freestyle su moza. Incluso se podría pensar que no se pueden juntar…

Sebastián: Así es. Las dos requieren mi tiempo, mi energía y mi romance. La única forma de unificarlas es hacer un tratado de paz entre las dos. Y así decidí probar ambas cosas. Lo que comparten en común es que tienen un espacio escénico. Ahora es un poco más cuidado, por las tablas y el teatro; pero el rap es lo no pulcro, el barrio, la calle. Es una forma de unir estos dos conceptos en Romeo y Julieta. Dejamos claro que somos humanos. La excusa es esta obra, pero lo que quiero es hacer algo natural y no hay nada más libre que varios muchachos reunidos en una plaza escupiéndose verdades a la cara con figuras literarias.

¿Cree que en Ecuador hay un nivel de freestyle tan grande como en Argentina?

Sebastián: Nivel hay. Lo que tiene Argentina es un poco más de organización, pero el estándar aquí es altísimo. Hay que tomarse como una profesión esto y no como un hobbie de domingo. Podemos patear traseros en las competencias internacionales.

Retomando la obra, ¿qué creen que pensaría Shakespeare de ver su clásico ahora con freestyle rap?

Todos: Nosotros no sabemos qué puede pensar (risas).

David: Creemos firmemente que el fantasma de Shakespeare está en la ‘caja negra’ del Estudio Paulsen juzgándonos. Pero que sí le gusta.

¿Cómo se dio la invitación para formar parte de la obra?

David: Todo inició hace dos años cuando con Sebastián hicimos el musical Bolívar vs. San Martín, que también tenía hiphop, al estilo de Hamilton. Luego Carlos Ycaza lo contactó y le planteó hacer una nueva obra para Estudio Paulsen. Todos los participantes hicimos nuestro casting enviando un video. Todos los que estamos en la obra somos amigos y compañeros por muchos años. Hay una gran dinámica de grupo.

¿Por qué el público tiene que ir averla?

Shalom: Tiene mucha música, ocho canciones para ser precisa. Una de ellas es mía y formará parte de mi próximo EP. Es un adelanto, por así decirlo, pero que ahora forma parte de la función. Además, el público podrá ver la participación de grandes actores que se graduaron en Estudio Paulsen.

Christopher: Tiene varios elementos importantes. Desde lo clásico, ya que se intenta respetar la traducción de Pablo Neruda; pero a la vez tiene drama y comedia. Es hora y media completa, con mucha improvisación, una característica fundamental del freestyle.