El racismo en el mundo del espectáculo
Un director y un guionista, ecuatorianos, dan sus puntos de vista de los sucesos discriminatorios que envuelven a la industria del entretenimiento.
El comediante estadounidense Jay Pharoah mostró hoy un escalofriante video, en el que se observa a policías que le aplicaron la misma técnica que le quitó la vida hace tres semanas a George Floyd. Mientras el actor trotaba por un parque, lo confundieron con un hombre negro que tenía sus mismas características físicas y hasta un similar atuendo deportivo. Solo cuando a uno de los agentes le comunicaron por la radio que el asaltante había sido capturado, es que soltaron al cómico de Saturday Night Live.
Por otro lado, el escritor de 12 años de esclavitud, John Ridley indicó al diario Los Angeles Times que el clásico de Hollywood, Lo que el viento se llevó, debía ser retirado porque "no solo se queda corta respecto a la representación" sino que ignora los horrores de la esclavitud y perpetúa "algunos de los más dolorosos estereotipos de la gente negra".
Para Darwin Robles, un productor y director de la pantalla chica que vivió más de 15 años en Estados Unidos y laboró para cadenas como América TV,, el racismo es más acentuado en Estados Unidos que en Ecuador. "Tengo un amigo en ese país que me dice que el día que no usa chaqueta o traje formal, la gente lo mira mal, sin importar su posición económica. Los estereotipos están presentes inclusive en la pantalla. No se ve la representación de un afroamericano exitoso o con un tinte positivo. Constantemente sus roles son de sirvientes, choferes o cómicos".
El creativo agrega que en los estados sureños de la nación norteamericana es más marcada la discriminación, inclusive al pasar por Nueva Orleans, todavía se observan las plantaciones en donde trabajaban los esclavos y hasta no hace mucho eran objeto de segregación quienes no eran blancos. Enfatiza que series como Hollywood, transmitida por Netflix, demuestran hechos reales como el de la actriz Hattie McDaniel quien fue la primera mujer negra en ganar un Óscar por la película Lo que el viento se llevó (1939) y no la dejaron sentarse con el resto de asistentes a la ceremonia y esperó tras bastidores todo el tiempo. "Aún quedan esos rezagos", manifiesta Robles.
Para el exdirector de guionistas de TC, Fabricio Aveiga, su experiencia ha sido opuesta, pues al trabajar en un canal del gobierno, por la ley de comunicación, se tuvo mucho cuidado en el contenido y el tratamiento que se le daba a los personajes interpretados por afrodescendientes. "Hubo un cambio consciente en lo que se debía y no se podía hacer en un programa televisivo en horario prime time y así evitar la discriminación o mostrar escenas que pudieran herir o resultar perjudiciales a ciertos sectores".
En sus inicios como libretista, confiesa que hubo racismo y hoy al ver los productos de esa época, se siente avergonzado. "En ese momento me pareció chistoso, pero hoy me arrepiento de haber escrito algo así. El racismo y la discriminación no deben permitirse, pero en Ecuador puedo decir que sí se cuida este tema y se logró un cambio".