Sofía de Suecia, la princesa de un cuento con final feliz
La esposa de Carlos Felipe de Suecia, criticada por su pasado como stripper, ha sabido ganarse el respeto de la monarquía, por sus obras humanitarias
Es la esposa del guapo, noble y adinerado príncipe Carlos Felipe, hijo del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia, con quien ha procreado a Alejandro, Gabriel y Julián.
Una relación sentimental que, desde sus inicios, estuvo empañada de severas críticas que cuestionaban desde su desempeño como stripper en diferentes clubes de Estocolmo y Nueva York, camarera, hasta su participación en el concurso de televisión ‘Hotel Paradise’, su pose desnuda en la portada de una revista masculina e incluso haber sido la protagonista de una escena porno junto a otra mujer, según una publicación española.
Un pasado vergonzoso para sus detractores, pero que para muchas otras personas, incluida la familia real, ha quedado minimizado, si se considera la gran labor solidaria que actualmente practica la primera royal que se unió al equipo médico de su país para ayudar durante la pandemia del coronavirus. Un trabajo humanitario que no es de ahora, empezó a los 16 años cuando durante un viaje a Sudáfrica emprendió Project Playground, una organización que atiende a niños víctimas de abuso y violencia doméstica.
Sus inicios
Sofía Hellqvist ganó fama por su participación en la televisión sueca de ‘Hotel Paradise’, una especie de Gran Hermano escandinavo. A partir de allí la fortuna también empezó a sonreírle, apareció en portadas de revistas, en una desnuda, y a cotizarse como modelo y stripper.
En el 2009 conoce a su actual esposo en un bar donde ambos habían acudido con amigos a pasarla bien. Cupido los flechó y siguieron frecuentándose, sin esconderse de nadie ni siquiera de los medios.
Todo iba tan en serio que el príncipe terminó su relación con Emma, su prometida por 10 años. La familia real se opuso, pero no hubo forma ni razón para que Carlos Felipe cambiara de parecer. Los tórtolos aparecían en actos públicos en repetidas ocasiones, se dejaban ver completamente enamorados, y terminaron por vivir juntos. Indiscutiblemente un amor a prueba de todo. Después de varias discusiones familiares y hasta pleitos con su hermana, la princesa Magdalena, la princesa Victoria hizo de conciliadora, y la futura esposa de Carlos Felipe empezó a compartir celebraciones con la familia real.
Ayudó también la audacia de Sofía, quien, poco a poco, se fue ganando, no solo a los reyes sino al pueblo sueco con su soltura, simpatía y gran espíritu humanitario que demostró durante la infección de COVID-19. Tomó un programa intensivo de capacitación para ayudar en el área de enfermería y trabajar en el hospital Sophiahemmet, del cual es presidenta honoraria, colaborando en tareas de atención al paciente y de desinfección de material y limpieza, según el portal La Voz de Galicia.
Y aunque muchos críticos señalan que se ha creado esa imagen solidaria para mejorar su reputación, lo cierto es que Sofía ha demostrado que es mucho más que una cara bonita, ella ha sabido ganarse el respeto de la familia real y su puesto de princesa acompañada de su príncipe azul.
- La boda
- La pareja se comprometió en el 2014 y el 13 de junio del 2015 se casó en una pequeña gran boda real, 6 años después de iniciado su romance: 300 invitados en la Capilla Real del Palacio de Estocolmo; y aunque hubo algunos ausentes de otras casas reales, Carlos Felipe convirtió a Sofía en Alteza Real y duquesa de Värmland, además de miembro de la familia real sueca.
- Sofía es la intermedia de 3 hermanas. Estudió en el Älvdalen Montessori School, y creció con un particular gusto por la lectura. El esquí está entre sus deportes favoritos. Su interés por el arte hizo que se inscribiera en un programa de artes en el Vansbro Education Center, especializado en música. Es apasionada de la danza y sabe tocar el piano. Para sorpresa de su esposo Carlos Felipe, el día de su boda, ella le compuso una canción que se la dedicó.