
Renatto González y el 'Bendito' pecado
El chef que con 2.500 dólares emprendió su marca y ganó el premio a la mejor hamburguesa de autor del país.
En Bendito, el pecado se sirve entre panes. La entrada en uno de sus locales es como cruzar el umbral de una capilla gastronómica muy poco ortodoxa: las paredes son rojas, intensas, y cuelgan cuadros al estilo renacentista, pero con giros inesperados, personajes que sostienen hamburguesas y advierten, entre bromas, mensajes como: “No codiciarás los alimentos del prójimo”. Un piso de baldosas en blanco y negro marca el ritmo entre mesas y luces cálidas. En un rincón, un letrero de neón brilla como una revelación moderna: “Ateos a la dieta”.
Detrás de este universo visual, está Renatto González, chef y CEO del lugar quien dice que durante años buscó sin encontrar. Estudió leyes, ingeniería, trabajó ocho años en la empresa de agua potable, pasó por cinco universidades distintas. “Ninguna carrera hacía clic conmigo”, dice. Pero a los 31 años, después de mucho ensayo y error, decidió dar un salto de fe: se inscribió en la Academia Culinaria del Pacífico. “Quiero hacer algo propio”, pensó entonces. Así nacieron sus primeras salsas caseras, vendidas en frascos reciclados entre compañeros de oficina, bajo el nombre “Hecha en Casa”. Un fin de semana en una feria le bastó para ganar en dos días lo que solía hacer en dos meses. Ahí entendió que el fuego ya estaba encendido.
Y fue en ese mismo impulso que llegó el primer local, o templo, como lo llama. Con mesas hechas de tambores industriales, la ayuda de su novia (hoy su esposa) y sus hermanas como meseras, Bendito arrancó como un proyecto familiar lleno de ganas. El nombre fue amor a primera vista. “Tiene una connotación católica, cercana, que remite a la bendición de comer bien”, dice Renatto.
Hoy, ocho años después, comprendió que la marca necesitaba un rostro, una historia real detrás del sabor. Él ya no es el chef tímido del inicio, ahora es un líder de equipo, con 45 personas a bordo, un canal en Youtube, cuatro locales entre Guayaquil y Samborondón, dos nuevos en camino y una línea con estética gótica-meets-graffiti en plena creación. Y si quedaban dudas del impacto de su propuesta, en 2024 Bendito se coronó con el premio a Mejor Hamburguesa de Autor en el Burger Show Guayaquil. La campeona se llamó “La Pecaminosa”, una creación que resume todo: provocadora, jugosa, irreverente. Porque sí, aquí cada mordida es una bendición… pero también una tentación deliciosa.
Cara a cara
¿Qué te inspiró a crear hamburguesas de autor?
Fue una mezcla de las recetas que ya había en casa. Por ejemplo, mi papá marinaba los hongos y morrones con vinagre de Jerez, y cuando empecé a estudiar gastronomía, comencé a experimentar. En vez de hacer las típicas cebollitas caramelizadas en vino tinto, probé hacerlo con vinagre balsámico. Así empecé a jugar con lo que aprendía en clase.
¿Con cuánto capital empezaste?
Empecé con 2.500 dólares que tenía ahorrados. Compré un par de planchas y arranqué en el sur de Guayaquil, en una oficina de agente de aduanas que adapté como local. No tenía nada seguro, pero confié.
¿Qué marcó el antes y el después de tu marca?
La pandemia trajo muchos nuevos emprendimientos de hamburguesas, especialmente las “smash”. Entonces decidí hacer un refresh. Cambiamos de Bendito Chef a Bendito, con un rebranding más completo: identidad visual, línea arquitectónica, todo coherente con lo que mostramos en redes y en los locales. Haber estado en Burger Show como Bendito y ganar, ayudó a reconectar con ese público que nos conoció al inicio.
¿Cómo ves la competencia en el mundo de las hamburguesas?
La competencia nos hace bien. Nos obliga a reinventarnos. El último Burger Show, por ejemplo, ayudó a fraternizar más. Hubo más hermandad, se compartieron proveedores, ideas… Se siente más comunidad ahora, y eso es chévere.

Al ganar en el Burger Show, agradeciste a tu equipo ¿cómo lo eliges?
Contrato personal polivalente, porque si un día se me enferma el cocinero, no puedo quedarme sin operar. Todos aprenden a hacer de todo, así puedo rotarlos y no depender de una sola persona.
¿Y cómo mantienes el estándar de calidad?
Tenemos guías impresas en cada local, donde todo está claro: ¿qué va en cada hamburguesa?, ¿cómo debe verse?. Además, todo está parametrizado, tenemos temporizador en la cocina; el personal solo cocina la carne y ensambla el producto según la capacitación.
¿Qué le dirías a alguien que quiere emprender en gastronomía en Ecuador?
Que no importa cuán difícil sea el camino, si tienes un sueño que alcanzar. Aquí, en Ecuador, las cosas no siempre son fáciles, pero si uno se aferra, lo logra.
Ping-pong
- Tu ingrediente infaltable: La huancaína
- Hamburguesa favorita: Tengo dos. Mi primer amor es la Bendito Chef, pero la que más pido últimamente es la Piña Divina, con extra de tocino. Tiene huancaína, chimichurri y una salsa con trocitos de piña y tocino. Después le agrego tocino crocante y queda espectacular.
- Un maridaje perfecto para la hamburguesa: Una sangría.
- País gastronómico que te inspire: España. Siempre hay algo que descubrir allá. También me llama mucho Asia, por la línea en la que estoy explorando ahora.
- Un sueño con Bendito: Poder potenciar mi marca personal, tener una línea propia de salsas, tal vez también de carnes.
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