Ricardo Montaner fue testigo de una pedida de matrimonio en Guayaquil

El momento más romántico del concierto de Ricardo Montaner, la noche del jueves 26 de mayo, en el Centro de Convenciones de Guayaquil, lo protagonizaron Vielka Acuña Ladines y Juan Gálvez, luego de que el artista, que recientemente se convirtió en abuelo por quinta ocasión, preguntara a varios de los asistentes cómo se habían conocido con su pareja; lógicamente todos querían contar su historia, pero fue Vielka la que subió primero al escenario y después Juan, quien sacó del bolsillo de su pantalón un anillo y le propuso matrimonio. Ella aceptó de inmediato. 

Juan es músico. Tiene 33 años y su novia, 27. Canta desde los 15, es solista y también tiene un dúo con su hermano Danny que se llama Juan y Danny. Hasta hace poco, su novia era asesora comercial de una entidad bancaria. "Gracias a Dios tuve la oportunidad de pedirle matrimonio a mi novia con quien mantengo una relación desde hace 4 años en el concierto de Montaner y tuve el privilegio de cantar con él, 'La mujer de mi vida'", dijo Juan, quien preparó esta sorpresa con la ayuda de los representantes del artista desde hace aproximadamente 5 meses.  

Un 'sí' que no olvidarán porque tuvieron de testigo a Montaner y al público de Guayaquil, que no se cansaba de gritar emocionado. 

UN MAL MOMENTO PARA MONTANER

Montaner atravesó por un mal momento (minutos antes de su concierto) y que denunció a través de las redes sociales.

“Lamento que las autoridades de migración hayan deportado a uno de mis músicos, residente americano, y prohibido la entrada a mi cantante y flautista, residente mexicana”, dijo.

También mencionó que su tecladista americano estuvo detenido hasta tres horas antes del espectáculo. “Lamento mucho que algo que venimos queriendo hacer desde hace 3 años, se vea empañado por esta incómoda circunstancia. Esto nada tiene que ver con mis promotores locales, quienes han sufrido más que nosotros”.

Además, se quejó de que las autoridades competentes no hayan ayudado “en lo más mínimo. Por cierto, todos con visa. Trataremos de estar a la altura”.

Según Zuley El Wakel, de Gold Star Events, organizadora del show, “con nosotros no tuvo ningún problema, incluso hizo esa aclaración. Por ello, no mencionó nada al respecto durante el concierto. Ricardo estaba feliz, llegó al Centro de Convenciones a las 17:00. Guayaquil para él es muy importante”.

GUAYAQUIL AMA A MONTANER

Ricardo Montaner salió al escenario, casi a las 21:30. Vestido muy elegantemente con una camisa de seda blanca, un saco color palo rosa, pantalón negro y sus clásicos tenis blancos, ‘pagó la deuda’ pendiente con los guayaquileños, que demostraron que lo aman al guardar sus entradas por dos años y medio (por la pandemia) para verlo en vivo, además llenar cada una de las localidades del recinto, cantar a grito las letras de sus románticas canciones y dejarse llevar por la emoción de volver a la normalidad.

Con una vistosa y colorida escenografía que recordaba a un libro de cuentos, el cantante con corazón venezolano y residente en Estados Unidos hizo gala de la simpatía que lo ha caracterizado y de su potente voz. Entre sorbos de agua, experiencias de su vida, incluso de cuando vivió en su querida y golpeada Venezuela, llevó a los presentes por un emotivo recorrido casi cronológico de sus éxitos de una carrera que comenzó en los 80.

Al inicio de este esperado recital solo se dedicó a cantar, ya había interpretado temas como 'Será' y 'El poder de tu amor' cuando pronunció sus primeras palabras en las cuales agradeció a Guayaquil por la espera y expresó: “El control de nuestras vidas no lo tenemos nosotros, el que maneja esos hilos es el de arriba. Me hacía mucha ilusión este reencuentro”. Y así lo demostró al ponerle su corazón a este espectáculo. 

'Soy tuyo', 'Castillo azul', 'Solo con un beso' también fueron cantadas, entre muchas otras. Durante esa noche se cambió dos veces de camisa, una azul y una negra. Llegaron 'Vamos pa’ la Conga', con la que el baile se encendió, 'Bésame' y más.

Vestido de negro y casi al final trajo al escenario el género musical de su natal argentina, el tango. Ese nombre lleva su reciente disco, el cual es un homenaje a su niñez en Buenos Aires y a Carlos Gardel. Entonces se escuchó 'El día que me quieras' , cuya mágica letra expresa: “El día que me quieras, la rosa que engalana se vestirá de fiesta, con su mejor color. Y al viento las campanas, dirán que ya eres mía. Y locas las fontanas se contarán su amor”. 

El sábado 28, Montaner vuelve a presentarse en Guayaquil. Seguramente será otro lleno completo.