Sara Pineda: "Sin problema, soy amiga de mis ex"
La locutora colombiana es parte de Tropicálida, además ejerce la docencia y tiene un emprendimiento.
A pesar de que llegó a Ecuador cuando era una adolescente de 12 años, Sara Valentina Montaño Pineda, conocida solo como Sara Pineda o La Nena, todavía conserva el acento colombiano. Viaja con frecuencia a su tierra. Tiene mucha facilidad de palabra, no en vano es locutora, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.
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Leer másCon 23 años trabaja en Tropicálida Ecuador, donde empezó en 2018, es docente en el Tecnológico Universitario Almirante Illingworth y tiene un emprendimiento, la tienda de regalos online Tu delirio desde hace 6 años.
Era una niña cuando vino a nuestro país.
Vine a Guayaquil con mi madre (Aura) para acompañar a mi hermana (Vivian) que estaba embarazada. La idea era quedarnos un año. Cuando nació el niño (Adrián) nos ‘enamoramos’ y nos quedamos. Mi sobrino fue el motivo por el que este país se convirtió en nuestro hogar. Ya tengo otra sobrina (Juana Matilde).
Al principio extrañaba, no son fáciles los cambios, sobre todo acoplarse. Vivía en Colombia en una finca, estaba acostumbrada a la naturaleza, a los animales. Acá vivía en un departamento de cuatro paredes.
No se ha dormido en los laureles, a su corta edad tiene algunas actividades laborales.
Estudié en el colegio La Dolorosa. Yo era presidenta y surgió la oportunidad de un sistema de becas (Competencias líderes) para desarrollar habilidades como liderazgo. Ese cambio de chip en el momento adecuado me ayudó a construir lo que ahora soy. Nos pidieron que armemos un plan de negocios.
En 2015, a mi abuelita (Petronila) le diagnosticaron cáncer, falleció y mi mami entró en una crisis física y emocional. Estaba haciendo mi proyecto e involucré algunas cosas de mi abuelita en mi negocio, desde el nombre porque sus flores preferidas eran los lirios. Este emprendimiento es mi patrimonio.
Cuando se la escucha hablar, es notoria su facilidad de palabras y que tiene buena voz.
Inicié en la radio digital Estudiante 2000, extensión de una revista. Quería ser dentista porque mi madre lo es, pero mi primer mentor José Luis Macas Pacheco, director del programa de becas, me dijo que yo me inclinaba más para la Comunicación.
Aprendí a locutar, casi todo lo aprendí online, he sido muy autodidacta. El que quiere puede, mi voz la empecé a entrenar. Presenté una propuesta y me ofreció encargarme de la radio.
Nada pasa por casualidad, todo tiene una razón de ser...
Después salté a otras emisoras. Fui a un evento, donde se encontraba Fernando Heredia (ahora es director de la Central de radios). Ahí hubo un inconveniente con la luz. Se apagó todo. AU-D, quien se estaba presentando, se bajó furioso del escenario, yo me subí para animar y evitar que todo se descontrolara.
Después Fernando me dijo que habían visto mi trabajo en las redes sociales y que les gustaría que hiciera un casting. Así lo hice, todo salió bien, pero había un inconveniente, era menor de edad. Acababa de cumplir 17 años. Trataron de resolverlo, pero legalmente se complicaba. Me dijeron que me iban a esperar.
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Leer másEl 9 de octubre del 2018, cumplí los 18. En los mensajes que recibí estaba el de Xavier Gamboa, quien me comentó que las puertas de Tropicálida seguían abiertas. Soy locutora de El swing de la tarde, de lunes a viernes. Nosotros somos compañía para la gente.
La voz es su herramienta de trabajo: es locutora y docente. Debe cuidarla al máximo.
Lo hago. Ahora estoy en tratamiento médico, evito el agua helada y hago gárgaras de miel con limón. Creo que deberé operarme las amígdalas.
Guayaquil tiene una nueva vicealcaldesa, Blanca López, de su edad (23) y no ha terminado sus estudios superiores. ¿Considera que fue una buena elección, se han dado críticas en las redes sociales?
Creo que para cualquier cargo hay que estar preparado, la gente que la eligió debe saber si tiene las capacidades y el conocimiento para ejercer ese puesto o no. Yo no lo sé, porque no la conozco. Cuando llegué a Ecuador escuchaba mucho que en este país no se daban oportunidades, que solo se llega con palancas. No lo comparto, las oportunidades son como las bisagras de las puertas. De estas dependerá si las puertas se abren o no.
Uno decide si las oportunidades las toma o las deja, pero cuando llegan debes estar listo. La clave es que sepas qué quieres en la vida para que todo lo que hagas sea para esa meta. Si no, se va el tren.
¿La vocación para la enseñanza es herencia familiar?
Mi padre (Henry Alberto) vive en Colombia y también fue docente. Heredé la vocación, dar clases es algo que disfruto mucho. Él y mi madre están divorciados. A finales del 2022 comencé a enseñar.
Parece que la familia es muy importante para usted. En los tiempos que corren aquello no es muy común en los jóvenes.
Después de que falleció mi abuelita (2015), no pude volver a mi casa. Regresé en diciembre del 2022. Los lazos familiares siempre han sido muy importantes.
Cupido ha hecho de las suyas en su corazón.
(Risas) Estoy soltera, tengo mis ahijados que son mis sobrinos. En noviembre pasado terminé con mi último novio. He tenido tres parejas en mi vida. Gracias a Dios no soy de esas personas que guardan resentimientos o siente odio.
Es decir que puede ser amiga de sus exnovios.
Sin problema, incluso uno es artista, lo he entrevistado en la radio. Soy amiga de mis ex, pero no estoy con las vainas de regresar. Cuando decido terminar una relación es para siempre. El amor se transforma, antes se los quería de una manera, ahora ya no. Los admiro y respeto, nada más. ‘Remember’ no. Aunque no hay que decir nunca, uno escupe y le cae en la cara.
Es obvio que tiene casi todo claro en su vida, muchos viven confundidos.
Hay muchos jóvenes que están preocupados por amores, fiestas o la vida social. Está bien, cada quien tiene que vivir sus etapas, pero solo encuentran vacíos. Se halla paz cuando existe un propósito, o te aferras a un ser superior, en mi caso es Dios. Mis conversaciones con Él son todo el tiempo. Siento que a la gente le hace falta llenar muchos vacíos. Todo es falta de propósito.
Se quejan del trabajo, a los niños los educan creyendo que es un castigo, una obligación, hay que buscar la forma de sembrar en ellos el deseo de aprender y de trabajar. Siempre he vivido haciendo muchas cosas al mismo tiempo. Lo primero que hay que hacer es cambiar la forma de pensar, dejar lo que no suma, rodearse de las personas correctas y eso incluye familia también.
No digo que te vas a pelear, pero hay que poner límites, evitar esas situaciones tóxicas, darte cuenta de que el tiempo es un recurso valioso y no se lo debes regalar a cualquiera.