Shany Nadan: Intensidad más allá del escenario
Su nombre significa ‘escarlata’ en hebreo y al parecer la marcó. El rojo pasión está en todo lo que hace la actriz. Hay amor y vehemencia de sobra.
En casa le inculcaron el arte en todos los sentidos. Los tiempos de lectura no faltaban y siempre la llevaban a ver obras de teatro, en las que terminaba llorando por su sensibilidad. “Por las noches leíamos cuentos y mi mamá me hacía interpretarlos. Y cuando se iba la luz ella jugaba con las linternas a las sombras, con las manos formaba figuras y nos contaba historias. No recuerdo haber visto mucha televisión”.
Shany sabe darse y no solo a su público, es de las que da tiempo, dice, compañía y apoyo si alguien lo requiere, incluso en la parte material es desapegada. Es determinada, pero no acelerada, paciente y mujer de procesos, sin perder el norte. Se ha dado cuenta que es muy dura consigo misma y que la perfección es una mentira. “Estoy en la delgada línea en que por buscar la perfección no felicito la excelencia, estoy trabajando en ello”.
Familia de periodistas
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Leer másLas Zarlenga, Gissel y Karla, son periodistas, la primera es su madre y la segunda su tía. Su familia es de letras y Shany pensó en ejercer este oficio o ser directora de arte. “Siento que tengo el don de lo estético y cuando construyo personajes no solo me fijo en lo emocional, también qué apariencia debe tener, vestuario, maquillaje, la forma además del contenido. Me gustaría escribir mis obras de teatro, ya hice el ejercicio al co-escribir ‘Solterísimas’ con Carolina Piechestein y Katty García”.
Ama escribir y tiene su blog ‘La dama bohemia’. Por lo general escribe de temas existenciales, cuestionamientos a la sociedad. ¿Por qué ese nombre? Alguna vez le preguntaron sobre su estilo al vestir, a veces clásica, otras hippie y bohemia, en ocasiones mezcla ambos.
El óleo y su enseñanza
Su madre la inscribía en cursos de pintura, danza, teatro, canto, escritura creativa. Shany vio la casa de su abuela pintora, Fanny Ramírez de Zarlenga, como una galería y, siguió sus pasos. Sostiene que ha hecho de todo desde hiperrealismo hasta impresionismo, ha usado acuarela, acrílico y óleo, con este último aprendió una lección de vida: como demora en secarse, la paciencia y los procesos están ‘plasmados’ en ella. Su postrera obra es arte decorativo, no usa pintura, sino que juega con otros materiales como tejido y confiesa que es lo que más le gusta producir.
Manuela, su libertadora
“Más que llegarme, yo la busqué. Me enteré, dos años antes, que Caracol quería hacer la vida de Bolívar, pero no se sabía cuándo. Desde ese momento decreté ‘soy Manuelita’, lo escribí en un papel, lo puse en mi corcho de proyecciones del año y empecé a trabajar: leí sobre ella, estudié la época, contexto histórico y social. En 2017 mi mánager me dice que iniciará el casting. Me hice una sesión de fotos caracterizada y un videocasting. Envié el material, me llamaron, luego me confirmaron que era la elegida”.
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Leer másAl interpretar, el actor pone algo de sí en el personaje y también se queda con alguna característica de él. Shany afirma que le dio algo de ternura a Manuela. “Leí una carta de Bolívar en la cual decía… ella se desdobla en infantil ternura cuando su corazón se lo pide. Tenía reacciones impulsivas un tanto infantiles. No solo se la debía mostrar fuerte y de temple, también vulnerable y sensible. Ella me dejó coherencia, pues era consecuente, lo que pensaba lo decía y hacía. No me gustaba decir ‘no quiero, no estoy de acuerdo’, pensaba que generaba conflicto y lo dejaba pasar. Ella me libertó en ese sentido”.
El decreto y una carta
No decreta por decretar, trabaja para materializarlo. “La palabra ayuda a programar tu mente, pero si no te esfuerzas no va a suceder. A Manuela la estudié dos años e hice videocasting voluntario. Aunque hay veces que decretas, trabajas y no sucede, y es allí que uno debe entender que hay puertas que se cierran para que otras se abran. Uno tiene que ver esas oportunidades como bendiciones, que lo son al final del día”.
A sus 20 años redactó una carta para sí misma, que debía llegarle a los 25. La escribió por email y programó el año en el que deseaba recibirla. Decía: “Espero que hayas tomado la decisión de continuar tu carrera de actriz, confía en ti, tienes el talento, espero que estés en Colombia, México o Estados Unidos, pero que estés haciendo lo que te gusta. Cuando la leí estaba en Colombia”.
Causas sociales
En cinco años se ve aún explorando el mercado internacional, México y Los Ángeles. Quiere dirigir, producir y escribir e involucrarse en obras sociales. “De pequeña tuve una enfermedad y me interesa la labor de las fundaciones que trabajan con niños con problemas de salud. Estuve en esa situación y sé la angustia que causa a la familia”. En esta área también aparece el escarlata: el rojo (amor) pasión (la entrega a los demás).
Personal
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Leer más- Guayaquileña de 28 años.
- Hija de Ori Nadan, israelita y Gissel Zarlenga, quien nació en Argentina y se crió en Ecuador.
- Estudió Publicidad y Artes Escénicas en la Universidad de Florida.
- Trabajos en el extranjero:Bolívar, Operación Pacífico y Tormenta de amor. En teatro:Te quiero muñeca, Peter Pan, Cenicienta. TVnacional:Cuatro cuartos y Fanatikda.
- Admira a los directores Sebastián Cordero y Tim Burton. Le gustaría trabajar con Cate Blanchett, Tilda Swinton, Kate Winslet y Emma Stone.
- Libros favoritos:‘Cartas a un joven poeta’ de Rainer Maria Rilke y ‘El existencialismo es un humanismo’ de Jean Paul Sartre. Filme preferido: Big fish.
- Habla 100% el inglés y español y 40% el hebreo y francés. El lugar al que le gusta volver es Israel, ha ido 15 veces. Allí está parte de su sangre y herencia.
- Ama a los animales y rescatarlos.
Si este es tu caso, realízate un tatuaje mental de la frase del Doctor House: “Las mujeres se enamoran de lo que escuchan y los hombres de lo que ven. Por eso las mujeres se maquillan y los hombres mienten.” Entonces... ¿Debería elegir el escepticismo crónico como método de protección? ¿O debería acostumbrar mi hígado a shots de desencanto?".
Fragmento de Un desencanto en las rocas