Sophia Loren, bajo la lupa de dos ecuatorianas
La cineasta Viviana Cordero y Jeannine Zambrano, catedrática y máster en cine, analizan el regreso de la actriz a la pantalla con La vida ante sí.
Tras conocerse el retorno de Sophia Loren al mundo del cine, a sus 86 años, con La vida ante sí, muchos han aplaudido esta decisión, pues hablamos de una de las leyendas vivas del séptimo arte quien se ha puesto a las órdenes de su hijo, el director Edoardo Ponti, para ofrecer una conmovedora interpretación que puede ser vista en Netflix.
EXPRESIONES habló con la directora Viviana Cordero y con la catedrática de cine, Jeannine Zambrano, acerca del trabajo de la actriz italiana en esta cinta que en 1977 fue estelarizada originalmente por Simone Signoret.
"No es un filme de brillante complejidad o propuesta vanguardista, es más bien una buena película de realismo sentimental. Lo más valioso es, sin duda, Sophia Loren, quien, más allá de las limitaciones de un guión no tan profundo, logra encarnar finamente un personaje lleno de sabiduría y profunda experiencia de vida", dice Jeannine. A su criterio, suenan campanas de Óscar para su actuación, lo que significaría que a sus 86 años, se convierta en la nominada a la estatuilla más veterana de la historia.
"Es muy rescatable que en el filme, intencionalmente, la cámara no sea amable con el rostro de Sophia y la presente sin disfrazar ni la edad ni el sufrimiento. Pasar de símbolo sexual a actriz de la edad dorada es un 'comeback' necesario y refrescante en la era del #MeToo y de una concepción más amplia y sensible del rol de las mujeres en el cine y en el mundo", añade.
Para la directora Viviana Cordero, hablar de Loren es referirse a un mito y a una gloria cinematográfica. Le impacta y le entristece que alguien diga que la nuevas generaciones no la conozcan. Recuerda que de niña siempre tuvo como referente a la veterana artista, no solo por su belleza, sino también por su fuerza e inteligencia, que supo manejar su carrera y su vida personal sin escándalos y junto a sus hijos. Como anécdota, Edoardo fue compañero de clase de su hermano Sebastián.
"Muero por verla, para mí no es un regreso. Hay actrices que ya por su edad no son llamadas y esperan actuar, pero, no se les da la posibilidad y es una pena". Para la quiteña, la inolvidable estrella aceptó la propuesta por su amor al cine, a su carrera y a su hijo, un desafío maravilloso. "Un proyecto debe enamorarte y en este caso era un trabajo de familia fantástico. Sophia está ahí y todo el mundo debe conocerla. Su nombre está en la misma linea de Bette Davis, Elizabeth Taylor. Me llena de alegría y emoción".