Stefania Macchiavello: "Siempre he sido una chica sostenible"
Muchas mujeres asocian la adquisición de prendas nuevas con felicidad y plenitud, pero ella demuestra que se puede ser fashionista con ropa de segunda mano.
Para Stefania Macchiavello, el concepto de sostenibilidad va más allá de vincularlo únicamente con la moda: es un estilo de vida del cual ella se ha apropiado desde su infancia. De pequeña, recuerda haber pasado mucho tiempo en la naturaleza, lo que le permitió conectar con el medio ambiente de una forma especial.
“Este es nuestro hogar y nosotros somos visitantes en este mundo, así que tenemos que aprender a cuidarlo. Con el tiempo fui madurando y fui puliendo más lo que es el amor a tener una vida sostenible”, asegura.
Su vínculo con la moda sostenible en específico es una relación y un estado de ánimo conjunto que se le hace difícil de explicar, pero lo resume como un amor a primera vista cuando, 12 años atrás, estando en Italia, encontró un vestido Versace en una tienda de segunda mano. Reconoce que al principio se le hacía difícil pensar que podía comprar ropa ahí, sin embargo, ese momento lo cambió todo y ha llegado a encontrar piezas únicas.
El consumidor tiene que ir cambiando sus hábitos para que sean mucho más sostenibles. Un ejemplo claro, no le des una segunda oportunidad a tu ex, pero sí dásela a tu ropa.
Para ella, la transgresión del mundo del ‘fast fashion’ a la sustentabilidad está siendo progresiva, se va a demorar algunos años más, y es por eso que invita a la gente a que hasta que eso llegue, hay que tomar acción y ser más conscientes con el alrededor.
En Ecuador, el proceso lo ve un poco más lento, ya que se industrializan los productos con mayor facilidad. “Todo esto lo llevan a fábricas, y sí, crean trabajo, pero al mismo tiempo contaminan. En Latinoamérica somos muy talentosos con los trabajos a mano, deberíamos aprovechar más eso”, señala y agrega que de todas maneras, cada vez más marcas locales se están sumando a este proceso de responsabilidad ambiental.
Stefania demuestra que se puede vestir igual de bien con prendas de segunda mano. Lo demostró en esta producción fotográfica, para la que creó cuatro looks distintos con piezas que ya tienen algunos años y que se han vuelto ‘timeless’ en su armario.
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La falda y los zapatos marca Gucci son de en una tienda de segunda mano. Los combinó con un top de su marca Macchiavellica hecho a mano. Lo define como un estilo rock punk y lo usaría para una fiesta de Navidad. También le agregó un cinturón de cuero Ferragamo que compró cuando vivía en Portofino. Todas estas piezas tienen más de 15 años.Gerardo Menoscal. -
Decididamente romántico, este vestido bordado a mano por artesanas ecuatorianas, es ideal para un almuerzo familiar de Navidad o un brunch. Le agregó aretes y cinturón vintage.Gerardo Menoscal. -
A este set rojo Armani le agregó un cinturón. Este look le recuerda a los años 80, época de la que es fan de la vestimenta. Va perfecto para un evento en la noche, como una cena en un restaurante.Gerardo Menoscal.
- A BAJAR LAS REVOLUCIONES
Ella asegura que en el mundo actual se vive demasiado rápido. “Cada vez más la gente está con ansias de subirse en Ferrari por la velocidad. Es momento de que bajemos un poco las revoluciones. Incluso a veces yo mismo caigo en el que tengo que hacer mil cosas y dejo a un lado lo importante. El mundo va tan rápido, al igual que nuestra ropa”, resalta.
- LOS TRES PRIMEROS PASOS
Se trata de un proceso y para empezar, bien vale poner en práctica estos tres consejos de la diseñadora:
- Eliminar las prendas que tienen poliéster.
- Aprovechar la ropa de otras personas que a uno le gusta, independientemente si es de hombre o mujer.
- Apoyar a la gente que tiene proyectos innovadores de este tipo.
Fotos: Gerardo Menoscal. Producción: Alejandra Cereceda. Maquillaje y peinado: Mayte Enderica (Ig: @mayteeendericamaquillaje). Locación: Malecón del Salado y Plaza Rodolfo Baquerizo Moreno (Ig: @malecondelsalado).
