Sumergible: Libertad, la gran recompensa
La actriz colombiana Natalia reyes y el director ecuatoriano Alfredo León cuentan sus experiencias en la filmación nacional que se estrenará en 2021 en el país
El cine ecuatoriano tiene una nueva apuesta para cautivar los festivales internacionales y llegar a las salas nacionales en el 2021. Se trata de Sumergible, la nueva producción de Alfredo León. El Festival de La Habana la vio debutar en la primera semana de diciembre.
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Leer másEl largometraje es una coproducción entre Ecuador y Colombia que, en medio del suspenso, centra la acción en una embarcación sumergible precaria y artesanal, cuyos tripulantes deben luchar por la supervivencia cuando una falla en altamar pone en peligro sus vidas.
Desde ese momento tendrán que lidiar también con otros contratiempos y que hacen todavía más compleja la situación en la pequeña embarcación.
El filme de 90 minutos es protagonizado por Carlos Valencia (Ecuador) y Natalia Reyes (Colombia). EXPRESIONES conversó con su director y actriz principal, quienes cuentan cómo fue vivir la tensión de estar encerrados bajo el mar.
En palabras de Natalia
La actriz colombiana Natalia Reyes es reconocida por su papel protagónico en Terminator: Dark Fate (2019). Pero su talento es recordado en el país por varias producciones televisivas como Cumbia Ninja, Lady, la vendedora de rosas y La ley del corazón.
Casi todos sus personajes han sido de mujeres muy fuertes y aguerridas. ¿Qué ha aprendido de ellas?
Creo que al final todos somos una complejidad. Soy chiquita (1,55), tengo esta cara de niña buena, pero también tengo esta parte súper terca, intensa, luchadora. Esa complejidad termina volviéndose parte en los personajes como actores. Es lo que pasa a La Reina, mi personaje. Es una chica vulnerable que está ahí en contra de su voluntad. Que viene de un pueblo con sueños y con una realidad muy triste. Con pocas oportunidades. Ese instinto de supervivencia hace aflorar toda esa fuerza y lucha por su vida.
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Leer más¿Qué tal se llevó con Carlos Valencia?
Creo que inmediatamente hubo empatía laboral. Mucha química. Hicimos un ejercicio medio improvisado, pero se logró esa magia. Con poco tiempo logramos eso que cautiva. Pocas veces pasa que quedas conectado tan rápido.
¿Cuál fue la primera impresión al conocer esta historia?
Desde que leí el guion me di cuenta de que sería algo muy dramático. Hay circunstancias algo extremas. Solo hay cuatro personajes y esta condición del encierro. Para mí fue un reto actoral interesante, creo que era un deleite leer el guion y darle vida a estas circunstancias difíciles que cada vez se ponen peor. Estuvimos encerrados casi un mes y lo comienzas a sentir. Este año vivimos este encierro y tener limitada la movilidad. Estar en el mar nos dio ese aire puro. El público sentirá ese respiro con La Reina.
Más de la trama
Sumergible presenta una mirada distinta al narcotráfico, en una industria audiovisual saturada de contenido narco que, de alguna manera, endiosa a los comerciantes de drogas cuando la realidad es muy distinta. La producción ecuatoriana muestra de forma cruda, directa y real cómo funciona el eslabón de este negocio ilícito en el que muchos latinoamericanos se ven envueltos.
El largometraje es una coproducción de Boom en Cuadro, Carnaval Cine (Ecuador) y Proyección Films (Colombia). Su agente de ventas internacional es Media Luna New Films (Alemania) y será distribuido en Ecuador por Touché Films.
La necesidad de hacer buen cine
El golpe que ha tenido el cine a nivel internacional no le pone frenos a Alfredo León, director que en 2013 presentó su primer largometraje, Monos con gallinas.
“Ya estoy en ejecución de una tercera película. Y si debo reconocer algo para poder hacer las dos pelis es simplemente no haber botado la toalla. Es tan fácil en este trabajo decir aquí queda todo... Hubo muchos momentos en estos años desde 2017 que Sumergible pudo quedar en el olvido. Conozco gente y colegas con proyectos y guiones espectaculares que los van abandonando porque es una carrera de resistencia. Si es que crees en esto y sumas a la gente correcta, las cosas se engranan y se dan. Sumergible primero se iba a hacer con coproducción mexicana, iba a hacerse fuera del país. Se dio cuando se tuvo que dar. Toma muchísimo levantar los proyectos independientes”, explica.
En 2015 la película ecuatoriana ganó $ 160 mil del Fondo de Fomento del Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador.
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Leer más¿Qué ocurrió con el Bicho?
El bicho es la construcción de la nave sumergible que montaron para grabar la película en el sector de Carcelén, en Quito. El artefacto metálico al que toda la producción le cogió cariño y miedo a la vez, por el reto de sentir al límite esta sensación de encierro, ya fue desarmado. “Estaba en un estudio muy utilizado y por eso se lo desarmó. Lo vi por última vez en piezas el año pasado. Fue una experiencia muy fea porque encierra un montón de recuerdos y una parte de la historia que diste vida. Fue tan demandante estar en las grabaciones y teníamos la idea de usar alguna parte para hacer promoción, pero ya estaba en muy malas condiciones. Me quedé con la escotilla, está ahora en mi oficina”, contó Alfredo.