Telémaco: "Queremos devolverle lo emocional al metal"
La agrupación guayaquileña vuelve a los escenarios hoy 17 de febrero con un concierto junto a Ludovico, Pi9 y Niñosaurios.
Cuando Telémaco nació en 2017, tenía otro sonido y visión, ya que en ese momento sus temas se encontraban más inclinados al indie y dream pop. Sin embargo, sus miembros no terminaron completamente conformes con esa propuesta porque, como comenta Wilson Chávez, su guitarrista fundador y vocalista, “yo quería hacer algo más pesado, pero tampoco metal, a pesar de que lo considero una gran influencia”.
EXPRESIONES conversó con el cuarteto guayaquileño, que se encuentra componiendo y ensayando las canciones que formarán parte de su primer disco, objetivo que consideran “el siguiente paso lógico”, luego de lanzar sus EP Transmisiones (2017) y Verbum Magna (2021).
- ANDRÉS ECHANIQUE (GUITARRA): "ME ENCANTA LA EVOLUCIÓN DE TELÉMACO"
Has tocado en varios proyectos de diversos estilos. Tu banda Pi9 es jazz rock, Esputo Catatónico es punk y ahora Telémaco también es una propuesta diferente...
Telémaco ha tenido una evolución bacán: empieza indie, se vuelve psicodélico, pasa por el rock progresivo y ahora es nu metal. Eso va contando como la historia del ser Telémaco.
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Leer más¿Cómo manejas tus compromisos con tantos grupos?
En algún momento de mi vida pensé: “Quiero tener un montón de bandas”, para generar ideas y tocar donde más se pueda. Pero también es contraproducente, porque es imposible tener veinte trabajos.
También tocaste con Callejón Zaruma como artista invitado, Bastardos Sin Gloria, Atarazana Ska.
Sí, hasta que me pregunté: “¿Qué tiempo me estoy dando para crecer como persona?”. Estaba dedicando mucho tiempo a tocar las canciones de otra persona y no tenía tiempo para estudiar o crecer en otros ámbitos de la música. Además, le estás quitando el puesto a otro artista. Y le estás fallando a la escena misma, al hacer que muchas bandas suenen igual, porque al fin y al cabo todas tendrán tu misma firma, tu vibra.
En noviembre tuviste la oportunidad de tocar con Esputo Catatónico en Quito junto a los colombianos de Peste Mutantex. ¿Qué tal la experiencia?
Genial. Recuerdo que los integrantes de Peste nos preguntaban cómo está la situación en Guayaquil, por todo lo que se ve en los medios sobre la violencia desatada. Y cuando nosotros les contábamos, ellos nos decían: “Eso no es nada” y empezaron a relatarnos sobre los coches bomba y todo lo que vivieron allá. Y lo que más destaco es que a pesar de todo eso, ellos supieron revertir la situación.
Colombia actualmente tiene una escena superfuerte y es sede de conciertos de grandes artistas internacionales.
La gente de Peste Mutantex me dio un gran consejo: “Formen un colectivo, porque como una célula solitaria en su ciudad jamás van a lograr algo”. Pero tiene que ser un colectivo cultural, no solo de punk o solo de metal. Allá se unieron bandas de muchos estilos diferentes y mira cómo les ha ido.
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Al ser junto a Wilson el miembro más antiguo de Telémaco, ¿sientes que tienes una responsabilidad mayor?
Todos tenemos diferentes roles, aparte de que cada uno se encarga de su respectivo instrumento. Yo no soy el principal compositor, pero sí colaboro con ideas, riffs, arreglos. Y sí es verdad que entre Wilson y yo somos los que más nos encargamos de mover la banda.
Todo lo extramusical, que es todo un arte también.
Sí, es un proceso muy agotador coordinar la difusión, las entrevistas, tocadas...
En ese aspecto, ayudaría mucho que haya más unión entre bandas y artistas.
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Leer másSí. Por ejemplo, me pregunto por qué los grupos independientes no se unen para juntos gestionar con las autoridades para tener lugares para conciertos. Entre las bandas de metal juega en contra mucho el ego.
- WILSON CHÁVEZ (VOZ Y GUITARRA): “TODOS QUIEREN SER LATINOS”
Wilson, eres el único miembro original. ¿Te sientes apoyado con esta nueva alineación?
Como diría Andrés, siento que me acompañan todos los ‘pokemones legendarios’, que tengo a Moltres, Articuno, Zapdos y yo soy Lugia. Porque todos son músicos excepcionales. Conociéndonos de tantos años, solo con mirarnos sabemos cómo queremos sonar. Y tenemos gustos afines, nos gusta que la gente ‘se saque la madre’ en el mosh.
Que no es exactamente lo que han venido haciendo...
Mira, estuve en Los Ángeles y pude asistir a varias tocadas y festivales. Fui al When We Were Young y vi bandas de emo como A Day To Remember y A Chemical Romance. En Chicago fui al Riot Fest y vi a Nine Inch Nails. Esa puesta en escena me dio una nueva visión.
Es el resurgir de la estética y sonidos oscuros de los 90.
Sí. Allá vi también a Mars Volta y Pierce the Veil (cuyos integrantes son de ascendencia latina) y pude darme cuenta de que, como bien dice Bad Bunny, todo el mundo quiere ser latino, pero no cualquiera tiene nuestra sazón. Viéndolos a ellos, he llegado a entender que sí hay lugar en el ámbito musical para nosotros los latinos, para la música en spanglish.
No copiar, sino reinterpretar el género.
Tomar esta esencia latina, esa esencia guayaca. En Guayaquil pasas todo el día con tanto calor, con tanto ‘cabreo’, con tanta gente que quiere estar en tantos sitios al mismo tiempo, que tienes una bola de energía y no sabes cómo desfogar. Queremos devolverle lo emocional al metal.
A veces el metal peca de muy técnico.
Con el disco que estamos creando queremos expresar musicalmente lo que es Guayaquil, esa ira, ese sentimiento de inquietud. Todos dicen “En Guayaquil te matan”, pero todos vienen, de todas partes del país, porque todos dicen que aquí está el movimiento. Yo tengo una relación amor-odio con la ciudad, por lo que Telémaco ha englobado nuestra experiencia viviendo en Guayaquil.
- JUAN DIEGO TORAL (BAJO): “LA ESCENA ESTÁ DESMOTIVADA”
Aparte de su experiencia en grupos de metal como Noise, Warhead y Ancalagon, tocas también en una show band.
Sí, nos presentamos en bodas y fiestas y tocamos de todo, mucha salsa, cumbia, merengue, reguetón. Y he aprendido muchísimo de esos géneros.
Como bajista, acercarse a esos ritmos latinos es una gran experiencia. ¿Te costó inicialmente?
Por ejemplo, tocar reguetón parece fácil, pero cuesta tener ese flow, algo que se logra con dedicación.
Te lo pregunto porque las show bands tuvieron un rol protagónico durante la pandemia y pospandemia, haciendo presión para que las autoridades permitan la realización de eventos.
Cuando se abrieron las mesas de diálogo para establecer las normas de la nueva normalidad, no fueron las agrupaciones de rock y under las que se sentaron con el Municipio, sino las show bandas. Los independientes se quedaron en la queja en redes.
¿Y qué tan efectiva fue su gestión en este tema?
De hecho, sí lo lograron, pero después de meses de insistir, prácticamente al finalizar el año, que es cuando se intensifica la agenda de eventos. Lograron suavizar las medidas, extendiendo los horarios de trabajo y la capacidad de aforo permitida.
¿Sientes que la escena ha recuperado el ánimo después de la pandemia?
Esa desmotivación ya se veía desde antes de pandemia. Yo no veo mucho movimiento. Yo les echo la culpa a las bandas, por no luchar, por no mejorar su producción, sus procesos de difusión, ni su performance. Y el público tampoco despierta.