Teresa Arboleda: "No pienso en retirarme de la televisión"
Por la pandemia la comunicadora dejó 'Televistazo' estelar. Ahora es parte del informativo de Ecuavisa de los sábados.
En la cuarentena, Teresa Arboleda (59) estuvo alejada de la pantalla de Ecuavisa. Durante treinta y seis años fue parte del horario estelar o nocturno de 'Televistazo' y compartió con Alfonso Espinosa de los Monteros. Ahora aparece en el informativo de los sábados a las 19:00.
¿Ya se acostumbró a su nuevo horario?
Totalmente. Comprobé que me adapto con facilidad. En Ecuavisa he trabajado 41 años, se cerró un ciclo largo, hermoso, enriquecedor, productivo y muy gratificante. Los ciclos no duran toda la vida. Por ahora solo voy al canal el sábado. Me estoy reinventando.
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Leer más¿Cómo se está reinventando?
No me pongo metas. La vida tiene circunstancias diversas. Disfruto de actividades sencillas. Antes no lo hacía porque a diario tenía que estar en pantalla. Ahora digo que el sábado trabajo (risas), las noticias siempre han sido parte de mi vida y mi oficio desde siempre. Ecuavisa ha sido mi gran escuela desde que empecé.
¿Extraña mucho a su excompañero Alfonso Espinosa de los Monteros?
Claro que sí, desde siempre trabajé con él.
Seguramente fue tentada por otras empresas. Sin embargo ha sido fiel a un solo canal, ¿cómo lo logró?
Con orgullo muestro mi libreta del IESS con una sola firma. Ya no existen, la tengo como reliquia. Ha sido fidelidad de ambas partes, no solo yo he durado tantos años. La TV ha estado en constante evolución, no ha sido una carrera estática por mucho que se crea que leer noticias es algo rutinario. Ha sido vertiginoso el cambio.
A su amiga y colega Tania Tinoco no le agrada que le digan que es presentadora de noticias. ¿A usted le molesta?
Para nada. He llegado a un punto de mi vida que ya casi nada me molesta. Además porque creo que lo que dice la gente tiene más que ver con ellos mismos que conmigo y con lo que cada quien percibe. Los años nos enseñan.
¿El paso de los años es algo que le preocupa?
No. Pero he aprendido a comer y hacer ejercicios. Estos son mis únicos tratamiento antiedad. A nadie le gusta lucir mal. A los retoques les tengo miedo, he visto operaciones muy feas, ahora la tendencia es cuidarse mucho la piel o los tratamientos. También lucir bien depende del estado de salud.
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Leer másPara usted, ¿qué fue lo más doloroso de la cuarentena?
Sentí mucho miedo. Lo más duro que me tocó vivir fue la muerte de mi hermano del alma, Ángel Sánchez, quien falleció el 30 de marzo en el hospital Guayaquil a causa del coronavirus. Era el momento en que los cadáveres se perdían. Algo muy dramático y doloroso. Su esposa, Melania Kichimbo también se contagió.
Una amistad de muchos años, más de 30. Ángel salió del canal en 2012. Ahí comenzó como asistente de cámara de estudio y llegó a ser uno de los mejores productores y directores de noticias del país. Un trabajador incansable, superó muchas barreras.
¿Cómo vivieron en su casa esta crisis?
Mi hermana Marcela se enfermó. En mi casa no nos dio a nadie. Mi mamá, Teresa, quien pasa conmigo los fines de semana, tuvo que quedarse encerrada en su vivienda. Mi hijo Martín vino de Estados Unidos. Traté de cumplir con los protocolos. En mi urbanización fallecieron apreciados vecinos. Ahora se lo ve como un recuerdo triste, pero fue una época de terror.
Sus amigas dicen que usted es una mujer solidaria y generosa. La pandemia fue una oportunidad para poner en práctica esas virtudes...
Agradezco esos comentarios, pero prefiero que no me pongan esos calificativos. Mi actitud de vida es tratar de hacer el bien por lo menos las veces que se pueda, cuando se dan las circunstancias. Me hubiera gustado ayudar más. Hay gente que ha hecho una labor muy bonita.
Es una mujer de fe. ¿Qué cree que Dios trata de decirnos con esta pandemia?
Soy totalmente creyente. Dios siempre nos habla, somos nosotros los que no escuchamos. Ahora con la pandemia creo que nos está hablando a través de un megáfono. Él es un Dios de amor y que nos acoge. La felicidad está en lo sencillo, tener un amigo es tener un tesoro, la familia es la más grande bendición, disfrutar de la naturaleza, la cual es sanadora. Dios nos dice que valoremos la vida como un milagro y todo lo que de ella depende.
A veces la gente de TV se marea con facilidad. ¿Cómo hizo para no caer en eso?
Es difícil. El periodista tiene un ego bien desarrollado. Siempre le tuve temor a marearme y por ello estaba alerta. Comencé siendo una niña, inmadura, pero con los años nos conocemos mejor. Aunque siempre se puede caer.
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Leer más¿Considera que Juan Carlos Aizprúa sería el indicado para ocupar el lugar de Alfonso Espinosa cuando este se retire?
Es un gran periodista, tiene una buena imagen y aceptación, además ha hecho su camino propio.
Tania Tinoco dice que ella tiene un doctorado en lavar platos, ¿cuál es el suyo?
(Risas) No tengo doctorado en limpieza porque soy lenta, pero soy buena limpiando, con la escoba soy buenísima. Me gusta el arreglo de la casa. En la cocina soy más o menos.
¿Planifica retirarse de la TV pronto?
No pienso en aquello, cuando tenga que pensar en esas circunstancias lo haré.
Hay mujeres que no les gusta que les digan abuela…
Juan Martín tiene casi cuatro años. La palabra abuela me parece la más dulce y maravillosa. Soy feliz, me tiene loca. A pesar de que yo lo cuidé mucho tiempo demoró en decirme abuela. Ahora vive en Quito con su papá (Juan). Estoy rechocha con mi nieto, el abuelazgo es el cielo. Todo lo que tenga que ver con él es una alegría inmensa.
Lo que marcó su carrera...
Teresa empezó como editora en Ecuavisa. Además trabajó como asistente de producción del programa infantil 'Rinconcito', fue parte de 'Hacia la universidad' y de los informativos del fin de semana.
La cobertura que marcó su carrera: El Taurazo porque fue la única reportera que estuvo en el secuestro del presidente de la República en aquel entonces, León Febres-Cordero, por parte de miembros de la Fuerza Aérea, en la base de Taura.
Tiene tres hijos: Teresa y los mellizos Juan y Martín y un nieto: Juan Martín.