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Tomás Delgado: “La Vecina me da la libertad que no tengo como Tomás”
El comediante recuperó su salud, luego del susto que dio a sus seguidores. Sigue con sus presentaciones
A inicios de año, Tomás Delgado (53) le dio un gran susto a su público cuando sufrió un quebranto en su salud. El comediante, nacido en Balzar, hace teatro desde los 16 años. Desde la escuela se sintió atraído por el arte. Es conocido por su popular personaje La Vecina. Siempre lo acompaña su primogénita, Karen Delgado, quien es su mánager. Tiene 8 hijos y su actual pareja es la bailarina Melissa Avilés. Mantiene presentaciones el fin de semana en el teatro Las Cámaras con la obra San Culetín y a finales de mayo compartirá con La Mofle en el mismo lugar.
¿Su hija como representante es muy exigente?
Karen estudió Artes Escénicas en Cuba y estaba dedicada a su academia, hasta que decidimos juntarnos con otros actores, Martín Calle y Christian Maquilón. Ya tenemos un público cautivo. Ella escribe, dirige y monta las obras. Lo que quieran hablar conmigo, lo hablan con mi hija. A veces se le olvida que soy su jefe y me quiere mandar. Entonces tenemos algunos encontrones (risas). Ambos somos de carácter fuerte. Mi otra hija, Anaika, es mi community manager. Maneja mis redes sociales. No, mi vida (risas).
Cuando llegó La Vecina le cambió la vida…
Tenía 21 o 22 años cuando decidí hacer teatro callejero. Siempre que pasaba por las calles, me quedaba viendo a algún grupo teatral. Un día lo vi a Raúl Moreno, quien falleció; le pregunté por su compañero Manuel Bravo y me comentó que ya no trabajaba con él. Le dije que yo quería hacerlo. Así empecé en las calles, me pagaba el cincuenta por ciento de las ganancias.
Ha corrido mucha agua bajo el puente, sin embargo se mantiene vigente el personaje.
El éxito de La Vecina es que no se quedó en el pasado. Maneja redes sociales. Por ello no solo la ven desde el hombre o mujer de mi edad, también los adolescentes. Los niños quieren saludarla o abrazarla durante las presentaciones. Hace sketches cómicos para diferentes plataformas, la ven en Facebook e Instagram. Hay tres clases de show, se los nivela de acuerdo con el público, uno más suave, otro súper caliente. El 11 de abril en Quito estará en el Festival Soy un triste payaso.
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Tomás Delgado es parco, pero cuando se pone la ropa y la peluca de La Vecina se transforma.
Es cierto. Aquello les pasa a los actores. Normalmente Tomás no conversa mucho. Me dicen que no parezco La Vecina y les respondo que ella es un personaje; pero cuando me pongo el vestido, la peluca y los zapatos y me maquillo, traspaso una puerta. La Vecina me da una libertad espectacular, esa libertad que no tengo como Tomás Delgado. Es un personaje que me ha llevado a otro mundo, muy querido y aceptado. Pocas personas le hacen o le tienen ‘hate’ (odio). Me ha dado todo, la educación de mis hijos. Ellos saben que me ‘saco el aire’ trabajando y lo hago desde adolescente.
Fue abandonado por su madre siendo un niño, ¿cómo superó una situación tan compleja?
A los 13 años me vine desde Portoviejo a Guayaquil, dejé a mi familia. Mi madre (Blanca) me abandonó a los tres años y mi padre (Jorge) se murió cuando yo tenía 10. Dormí debajo de un puente hasta que llegué al cerro Mapasingue a la casa de una tía. En Balzar viví hasta los cuatro, yo me quedé con mi abuela Sara María. Con mi mamá no hay resentimientos, siempre fui un chico que quería crecer. Nunca me puse a llorar porque me abandonó, no hubo nada que superar. Todo se da por una razón, todo es justo. Si me quedaba con ella, tal vez no sería lo que soy, no tendría los hijos que tengo y quizá no tendría satisfacciones como artista. No la juzgo, trato de comprenderla. Fue una mujer maltratada por su familia y por las parejas que tuvo. Tiene tres hijos más, pero soy yo quien la mantengo, aunque ella nunca vio por mí. Siempre estoy pendiente de lo que necesita.
"Soy agrio para contar chistes"
Sus amistades afirman que es un hombre generoso. En pocas palabras, se mete la mano al bolsillo cuando es necesario.
Lo hago. Si me puedo quitar la camisa para ayudar, no lo dudo. Las personas que me critican es porque no me conocen y siempre digo: “Si me vas a criticar, espera tu turno, hay una fila, agarra tu boleto” (risas).
También aseguran que a diferencia de La Vecina, Tomás es agrio cuando cuenta chistes…
Soy agrio. Además, La Vecina no cuenta chistes, gran parte (de su show) son las anécdotas y experiencias de vida de Tomás. La Vecina se ha ‘comido’ a casi todo Ecuador (risas), mientras que Tomás ha tenido ocho hijos y sus relaciones amorosas han sido largas.
¿Su actual pareja (Melissa) le ha dado la estabilidad emocional que buscaba? ¿O no se puede cantar victoria?
Ya llevo con ella casi cinco años. Tenemos una hija, de tres. Nada está escrito en la vida, con Melissa tengo paz sobre todo. No me fastidia, me da tranquilidad, lo que no he tenido con nadie. Cuando atravieso por un problema no me critica, sino que me abraza y me entiende.
“Lo que hizo mi exesposa me provocó problemas”
En enero pasado, sus seguidores se alarmaron cuando se enteraron de que estaba delicado de salud. Se dijo que estaba en UCI.
Hubo mala información. Le pedí a mi hija que les comunique a mis exesposas lo que estaba pasando. Se me presentó una angina inestable. No estuve en terapia intensiva, me quedé en observación cardíaca durante 48 horas. Me hicieron estudios, soy diabético. Me conocen y saben que no me agrada la farándula. Mi exmujer (Carla Tacle) que trabaja en un espacio de esos, dijo que yo estaba en UCI. No fue así. Su preocupación solo fue para dar la noticia, porque después de que la comentó no me volvió a preguntar cómo me sentía o cómo estaba. Soy diabético por estrés. Me dicen estresadito.com (risas).
¿Qué tratamiento médico sigue?
Comer bien y practicar ejercicios. Ahora que estoy en Soy el mejor, he bajado de peso porque bailo. Si Dios quiere, hay La Vecina para rato. Mi padre falleció a los 36 años de un paro cardíaco fulminante mientras estaba encima de mi madrastra, haciendo el amor. Se pensó que me iba a suceder algo igual. No tengo nada taponado.
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¿El escándalo que se armó hizo que perdiera algunos contratos?
Así es. Lo que hizo mi exesposa me provocó problemas, me cancelaron dos shows.
Sorprendió que una expareja se manifestara. Le correspondía a Melissa o a su hija mayor.
No sabíamos que iba a hablar. Seguramente lo hizo porque había que dar contenido a un programa de farándula y yo fui ese contenido.
Si pudiera elegir cómo morir, ¿le gustaría que fuera haciendo el amor como su padre?
Ni de esa manera, ni arriba de un escenario. Quisiera acostarme y no levantarme. No le tengo miedo a la muerte, la he aceptado. Lastimosamente no se tiene cultura de muerte, solo de vida. Cuando nacemos no empezamos a vivir, sino a morir. Es una cuenta regresiva. En el cementerio la igualdad es para todo el mundo. Nada te llevas, tus seres queridos seguirán. La vida es una sola, no vamos a reencarnar en perro, gato o burro. Se malgasta la existencia. El mismo dinero que hemos guardado, lo usamos para curar alguna enfermedad.
"Quiero que me recuerden como un ícono del humor"
¿Alguno de sus ocho hijos sacó su chispa cómica?
Ninguno. Espero que la más pequeña, Amanda, quien baila, canta y es teatrera, tenga la chispa. Ya les he dicho que cuando ella cumpla 18 años me retiraré y luego viviré un año en la casa de cada uno de mis hijos. En una de ellas seguramente moriré. Ahí me velarán. Generalmente somos adictos a lo que tenemos, nos vamos de este mundo apegados a bienes materiales.
Usted no ‘perdona’ ningún escenario. Va donde lo llaman.
Tal vez en junio viajaré a Europa para cumplir presentaciones. Yo trabajo por todos lados y si no, me voy a los circos. La gente no entiende las razones por las que lo hago. Me presenté en Riochico. El primer día fueron pocas personas y me dijeron que ellos no creían que un artista como yo ofreciera un show en un pueblo pequeño. Les expliqué que empecé haciendo humor en Balzar. Agradezco porque soy el primer tiktoker de CD. Me piratearon un show en una discoteca y la gente lo veía. Sé de dónde provengo. Se corrió la voz de que La Vecina estaba ahí y el circo se llenó al día siguiente. Le doy alegría a esa gente que me apoyó cuando no era nadie. Soy un artista del pueblo, no de élite, pero trabajo para todos.
¿Cuál es el legado de Tomás Delgado?
Quiero que me recuerden como un ícono del humor. Tengo 17 giras a Estados Unidos, 16 a Europa, representé a Ecuador en el Festival Luisito Martínez en República Dominicana, me he presentado en Chile y en Colombia. Me da coraje cuando la gente tira mierda a su propia gente. Deseo ser recordado como un buen comediante, no me quedé en el pasado, seguí evolucionando. Tampoco he sido un comediante egoísta.
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