Trazos de lo inasible, una propuesta de Charlotte Förster, se inaugura en el MAAC
Compuesta por nueve piezas en las que ensaya la nostalgia afectiva
La nostalgia afectiva entre escultura y fotografía. Plasmada en la propuesta estética de Charlotte Fӧrster, estudiante guayaquileña de la Escuela de Artes Visuales.
A raíz de ello nace ‘Paseo por la orilla’, ‘Fortaleza’, ‘Nostos’, ‘Mirada al alba’, ‘A cielo abierto’, ‘Canción para dormir’, ‘Sin escudo’, ‘Cautivo’ y ‘Lecciones de vuelo’, piezas que componen ‘Trazos de lo inasible’, exposición que inaugurará en la sala 6 del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC). La presentación se desarrollará el 8 de febrero a las 17:00.
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Esta idea está compuesta por nueve piezas en las que ensaya la nostalgia afectiva en una tensión armoniosa entre instalación, escultura y fotografía. La temática invita a repensar la presencia ‘viva’ de la figura paterna en la infancia, los paseos, los planes o el hogar que ya no tienen tacto, pero sí contacto.
Así, la muerte, desde lo inmóvil, guarda en la artista los recuerdos como intentos de cercanía por cercar y tomar lo imposible, lo inasible, desde el propio episodio de pérdida. Para ello, Fӧrster rodea a la memoria, visita los recuerdos y se presenta en el pasado para habitar en espacios de turbulento ingreso, sin atender a las amenazas emocionales y “eternizar el aire del amor como un respiro esencial de la existencia” agrego la artista.
La artista explica que ‘Paseo por la orilla” es el resultado de lo que el contemplar del paisaje marino evoca en ella y que “el espacio Fortaleza surge de anécdotas y actividades realizadas en familia durante las vacaciones lideradas por su padre”, acotó.
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En el recorrido continua cuatro amplias instalaciones: escultura fundida en cobre resguardada en una coraza de vidrio, por otro lado, una estructura fundida en cera de abeja y cubierta en pan de oro que levita sobre su propio eje; una pieza que proyecta relieves traslúcidos sobre la pared a través de un proyector de slides modificado y una gota de agua apresada en una estructura de vidrio.
Otra instalación representa un espacio más íntimo, a pesar de ser un banco (despliegue de piedra chispa y arena sobre plástico reprocesado). Esta lleva un parlante paramétrico encima donde se emite el canto de distintas aves endémicas, además de un equipo de luz que proyecta la sombra de las copas de los árboles en el suelo.
Los proyectos ‘Nostos’ y ‘A cielo abierto’ se basan en un conjunto de fotografías montadas de manera aleatoria que traen a la memoria el jardín que ideó Karl Heinz Förster, su padre. Desde lo intrínseco y superficial de la esencia artística.
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El programa de la Universidad de las Artes permanecerá abierto al público, en el MAAC, hasta el 31 de marzo, de martes a domingo, desde las 09:00 hasta las 17:00. Un viaje por la historia personal de la artista
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