El Vergara Fest vuelve once años después a Guayaquil
Este concierto gratuito es el viernes 17 de enero en Sports Garden a las 20:00. Habrá rock and roll, salsa, funk y reggae
Lo que actualmente se conoce como Vergara Fest, nació a fines de los noventa como una reunión en la casa de Juan Carlos Vergara, el Jefe, en La Atarazana, barrió icónico de Guayaquil, con el pretexto de su cumpleaños, el 5 de enero. Era una fiesta entre amigos, como cualquier otra, pero con una característica esencial: tenía una banda tocando en vivo.
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Leer másEse encuentro se volvió una tradición para músicos de distintas microescenas y zonas de la ciudad, y de todas las edades, que se citaban en la vereda para compartir su arte, primero entre ellos y con los amigos cercanos; hasta que el boca a boca hizo que se conociera a nivel masivo en Guayaquil, llegando a convocar hasta 1.500 personas, al punto de que incluso los medios de prensa recordaban anualmente la realización del evento.
Y así como fue creciendo en cantidad de músicos y público asistente, también fueron creciendo las responsabilidades y el esfuerzo para organizar el evento. Pues aunque las bandas participantes nunca han cobrado por presentarse, hay gastos ineludibles, como admite el Jefe Vergara, su gestor.
“Sin querer hacerme el héroe, lo hago porque la cultura ecuatoriana necesita tener estos eventos, que la gente conozca toda la buena música creada en Ecuador y en Guayaquil. Hay que seguir trabajando, para crear la industria musical, que no existe aún aquí por muchos factores”, reflexiona el multiinstrumentista.
Uno de esos factores es que el público no se identifica con los músicos nacionales, no hay ese sentido de propiedad. Por eso, el “Vergara Fest puede ser un pequeño aporte para sembrar en la gente la necesidad de consumir música de Ecuador”.
Seguramente muchos añorarán la época en que el concierto se hacía en la calle, pero en el actual ambiente de violencia criminal que vive la ciudad, eso es inviable. Debido a ello, la actual edición se realizará en Sports Garden, que ya ha albergado shows de esta clase, como el concierto de aniversario de la Unión Punk en 2023.
“La idea es que todo el mundo esté seguro y tranquilo. Me han sugerido que cobre la entrada, un precio simbólico aunque sea, pero entonces el festival perdería el espíritu”.
La cita es en la avenida Carlos Julio Arosemena, justo frente a la estación Veintiocho de Mayo de la Metrovía.
El Jefe lanzará 'Tongo'
En el Vergara Fest, el Jefe lanzará su nuevo álbum, Tongo, que tiene listo ya desde el año pasado. Al respecto, comenta: “Me gusta absolutamente de todo en la música. Me encantan los sonidos retro y fusionarlos con percusión latina, además del rock, con unas guitarras con distorsión bien puestas”.
Como muestra, su rock merengue llamado No pasa nada, el segundo single del disco. El tema tiene todos los elementos de un merengue dominicano, con la tambora, güira, conga, además de guitarras.
Vergara grabó cuerdas y teclados. Entre las colaboraciones, contó con el baterista argentino Julián Semprini, quien tocó con Pedro Aznar. De la percusión se encargó Mauricio Milano. La mezcla la hizo Nacho Molino, ganador de varios premios Grammy y quien ha trabajado con Rubén Blades. Y del mastering se encargó Daniel Ovie.
Tan diverso como Guayaquil
Como buena tierra fértil donde crece de todo, en Guayaquil florecen todos los estilos, por lo que el Vergara Fest está abierto a toda esa diversidad, con un cartel que ofrece rock, salsa, funk y reggae.
Por este concierto han pasado grupos como Naranja Lázaro, GOE, Mamá Soy Demente, Guayaquil All Stars con su salsa, Vírgenes Violadoras, Niñosaurios, Ganjah Roots, Los Brigante, Los Smokings, Pasajero, Mangosaurios, incluso artistas de generaciones previas a ellos, como Héctor Napolitano, los hermanos Willy y Lalo Wong o Gustavo Pacheco, o de fuera de Guayaquil, como La Doble de Cuenca.
En la edición de este año se presentarán Maki Navaja, Segovita, Pachanga, Alex Mora, el Jefe Vergara, Rumichaca y Ricardo Pita.
Para Juan Carlos Vergara, “resulta súper bacán ver a rockeros camisetas negras bailando salsa, o a los salseros casi que mosheando. Es un evento súper buena energía. Eso es lo que he querido: además de la oportunidad de que el festival se siga dando, no dejarlo morir como pasó en su momento. Pero aquí estamos para revivirlo y que siga adelante”.
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