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Verónica Coronel.
Verónica Coronel.Carlos Klinger // EXPRESO

Verónica Coronel: “Mi corazón está intacto”

La comunicadora quiteña se divorció el año pasado. Durante esta entrevista habla del proceso que ha vivido​

La quiteña Verónica Coronel (45) está alejada de la TV. Se ha dedicado a su empresa de consultoría de comunicación y capacitación. Se acaba de divorciar. Tiene tres hijos, Sofía (de 25 años, de una relación anterior), Luciana y Luis Antonio (de Luis Miguel Centeno).

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¿Le ha hecho falta la televisión, es decir la ha extrañado?

Yo decía que no extrañaba la televisión, pero me invitaron a un pódcast y me hizo recordar esa etapa. Me movió. Lo último que presenté fue Esta es tu casa en Telerama, con Marcelo Cornejo. Lastimosamente se dio un declive de ese canal en Guayaquil. Fui una de las primeras en salir. Muchos comunicadores han migrado a la capacitación y a lo digital. Me gustaba estar en ese espacio, porque me sentía bien, me daba tiempo para mis otras actividades y para criar a mis hijos. Allí viví mis dos últimos embarazos. Me quedé siete años.

Su vida ha dado un giro no solo en lo profesional, también en lo personal.

Soy máster en Comunicación, además empecé a estudiar yoga, oratoria, coaching, liderazgo… Fue un proceso para autoconocerme y entenderme. Prácticamente todo comenzó con la pandemia. Fui una de las primeras en contagiarme y pasé aproximadamente 50 días encerrada en una habitación. En ese momento estaba casada, me replanteé la vida y las prioridades. Soñaba con ser mi propia jefa, porque mi personalidad es así. Por mucho tiempo fui dependiente de una empresa, pero necesitaba generar mis propios recursos. Por ello me preparaba.

En ese proceso se divorció…

El año pasado me divorcié. Fue un matrimonio de 19 años. Sentía que algo no funcionaba. A muchas mujeres les ocurre que se quedan en un lugar donde ya no quieren estar. Piensan en todo y en todos, menos en ellas.

¿Qué pasó, cayeron en la rutina, se acabó el amor…?

Creo que toda relación y un matrimonio se basan en la confianza, compromiso y creatividad. En mi caso, considero que las dos primeras fueron dos columnas que empezaron a debilitarse. Debía tomar una decisión y lo hice. Fui muy coherente conmigo. Me demoré, pero tal vez se debía a los miedos, a la incertidumbre, a dar ese paso por los hijos, familia... No es fácil un divorcio, tampoco lo que se viene después. Ya ha pasado más de un año y todavía estoy en esa ola.

No se cierra al amor

Verónica Coronel.
Tiene tres hijos.Carlos Klinger

¿Cómo lo tomó su expareja?

Cada persona toma las decisiones con las herramientas que tiene. La psicóloga me ha dicho que la mujer hace el duelo dentro del matrimonio, nos desapegamos. Tomamos el valor porque la vida es una y nos merecemos ser felices. No por estar casada, los hijos están bien. Mi expareja no lo tomó tan bien, no fue fácil que lo acepte. Ya tenemos una mejor relación, sobre todo por los hijos. Cuando un matrimonio se acaba, los problemas se dan porque los padres no manejan la situación con madurez y de manera consciente. Los hijos pueden estar bien cuando aquello ocurre. Sin duda, fue un proceso de aprendizaje para los dos.

¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas?

Son huracanes que pasan en la vida. Dejé de trabajar en la TV. La mujer de hace diez años ya no es la misma de ahora. Lo más complicado fue desafiar mi propio miedo. Saber que aunque me lance a la incertidumbre estaré bien. Hay que tener confianza en la vida.

A veces luego de un divorcio, muchas personas se cierran al amor. ¿Es su caso?

Mi corazón está intacto, lo siento así. Con el corazón amas, perdonas, liberas. Fueron 19 años, una vida. Es algo más que nada mental, me estoy reprogramando, debo estar bien para mis hijos. Gracias a Dios es un padre presente. Me estoy adaptando a una nueva forma de vivir. Otro de los desafíos ha sido aprender a vivir conmigo misma. No le temo a la soledad, pero también me gusta compartir. No estoy buscando a nadie. Si alguien llega, llegará. Me he enfocaré en mi crecimiento profesional y económico, y en mis niños.

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¿Qué errores no volvería a cometer?

Para mí todo fue una maestría. Cometí el error de dejar de escucharme durante mucho tiempo. No me prioricé, no puse límites, como debí haberlo hecho desde un principio. Durante el divorcio e incluso en el matrimonio, la autoestima queda o está lastimada. Por eso no se ponen límites.

Verónica Coronel.
La comunicación es parte de su vida.Carlos Klinger // EXPRESO

Los hijos son los que más sufren con la separación de sus padres.

Buscamos ayuda psicológica. Además hablé con los profesores en el colegio para que supieran lo que iba a pasar, que me iba a divorciar. Lo bueno es que el papá está presente. Sé que no tiene otra relación. Ya no vivimos juntos, pero los ve con frecuencia, comparte con ellos. Como soy de Quito, me afectó en estos momentos no tener a mi familia cerca. Amigas que han pasado por lo mismo, me han ayudado a sostenerme. Son procesos complejos, son transformaciones.

"La edad es mi talón de Aquiles"

Se aproxima al medio siglo de vida. ¿Le pega eso?

Falta un poco. Es mi talón de Aquiles la edad y trabajo para aceptarlo. El paso de los años es parte de la vida. Aceptar que hay que amarse en todas las etapas. La sociedad y las redes sociales se convierten en la voz de la gente cuando dicen que los mayores ya no sirven, no son bonitos. Siempre estaremos expuestos, así es la vida. Aceptar que todos envejeceremos, si es que llegamos. No todos lo logran. Con más años, somos más sabios porque tenemos más conciencia y aprendizaje. Yo quiero llegar (a esa edad) ágil, sana y por ello tengo buenos hábitos. No bebo, ni fumo, tampoco me drogo, como sano. Practico ejercicio, aprendí flamenco. Siempre hay que hacer algo que nos mantenga vivos, sin resentimientos con nadie. Disfrutar el presente con los hijos.

¿La comunicación siempre será parte de su vida?

Así es, estoy enfocada en mi empresa de comunicación y capacitación. También me gusta enseñar, me di cuenta en los talleres de que una de las debilidades de las personas es sentir miedo, que surge de la baja autoestima. Por lo vivido con mi divorcio, sé que se tiene que recuperar el poder, enfrentarse a la vida de otra manera. He creado un programa, Ámate bonito, que se relaciona con la autoestima. Más adelante quiero vincularme al desarrollo personal y a las mujeres. Creo que es mi nicho. Fortaleceré mi pódcast (Metamorfosis), es donde me vuelvo a sentir una comunicadora.

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