Vetusta Morla: “Nuestros conciertos son como sumergirse en una piscina”
La banda española de indie rock estuvo por primera vez de paso por Ecuador. Quito y Cuenca disfrutaron de su show con el disco 'Cable a tierra'.
Cable a tierra es el último álbum de la banda española Vetusta Morla. Este trabajo discográfico compuesto por diez canciones recorre, a su modo, las sonoridades folclóricas de su país. No hay purismos, simplemente una recopilación de sonoridades que sus integrantes vinculan con sus inicios, su cuna, su tierra.
Sus shows en Cuenca (6) y Quito (7), mantuvieron esa esencia. Tras estar en lo más alto de la popularidad en España, ir a nuevos destinos con su música es un movimiento refrescante para su creatividad. “Nos hace gran ilusión hacer shows y llegar a Ecuador”, asegura el guitarrista Juanma Latorre desde su hotel en la capital azuaya.
Este show se llevó a cabo en el teatro de la Casa de la Cultura, con capacidad para 1.120 personas. Un número chico para artistas que en la península Ibérica se han presentado en eventos multitudinarios, como el que ofrecieron el 24 de junio en el Estadio Metropolitano de Madrid, donde Vetusta Morla congregó a más de 35.000 personas. Empezar de cero en América es un reto que toman con amor y responsabilidad. Por eso, con esta nueva gira se abren paso además en México y Colombia.
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Estamos disfrutando de este primer encuentro con la ciudad. Quizá le encontremos similitud a la Cuenca española. Ambas comparten el ser ciudades muy pequeñas y hermosas, relativamente tranquilas.
Vetusta Morla está acostumbrado a grandes escenarios. ¿Estar en Cuenca y Quito es reconectarse con los inicios de la banda?
Es un privilegio que aceptamos con mucho sentimiento y orgullo. Hemos recorrido un camino que va desde espacios muy pequeños. La banda estuvo diez años sin poder sacar ni un disco y recorrimos muchos bares, así ganamos al público casi uno por uno. Después Vetusta comenzó a funcionar y fuimos a lugares más grandes. Es cierto que se pierde algo en el camino. Esa excitación de la primera vez, ese reto de conquistar a cada persona con la música y tener que dar lo mejor de ti, según te vas profesionalizando se va deshilachando. Llegar a lugares donde no somos tan conocidos como en España nos sirve también a nosotros para recuperar este sentimiento y tener los pies en el suelo. No tienes que creerte más de lo que eres. Pero sobre todo, reconectar con esa manera de hacer música.
¿Qué les da más nervios: que haya 100 personas o cantar ante 200 mil?
Cuanto más pequeño es el público, más difícil es. En una masa muy grande, todo acaba siendo como un mar de cabezas y es más fácil evitar la tensión. Es más bonito también cuando tienes a las personas más cerca, porque puedes ver en su rostro la reacción que provoca la música en ellos. Pero es cierto que uno dice: ‘¡Uy! Me están mirando’.
En la profundidad de su música
Finisterre es un municipio de Galicia, España, del que toma el nombre uno de los últimos sencillos de Vetusta, nominado al Latin Grammy como mejor canción rock. Su video, que ocurre totalmente bajo el agua y en el que se ve cómo cada uno de sus integrantes se sumerge junto con instrumentos, es una metáfora de lo que pasa entre los artistas y su público. “Lo que ocurre en la piscina de Finisterre es una manera hermosa de definir lo que nos pasa. Es un mundo ingrávido que tiene sus propias reglas, que no se sabe si flota o si cae, es una manera de describir lo que proponemos en el escenario y pretendemos que la gente se sumerja en nuestra historia, canciones y palabras. Un concierto es como un mundo diferente”.
Juanma resalta que el enfoque que quieren poner en cada canción no es lo más relevante, pues lo que más le importa es que el público haga su propia historia cuando los escucha. “La canción es una historia de amor, algo extraño en nuestras canciones. Pero nuestros temas no van de tener algo profundo, de que si no lo entiendes eres un zopenco; más bien las canciones son burbujas para que la gente se deje arropar por las sensaciones”.
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Leer másLos logros
A Vetusta Morla todo le ha ido para arriba. Por eso también celebran sus nominaciones a los Grammy latinos. “Estaba en casa trabajando, haciendo una mezclas en mi estudio, y la jefa de nuestro sello discográfico nos comenzó a bombardear con mensajes llenos de emoticones y mayúsculas. Así nos enteramos. Fue de mucha alegría. Realmente nos hace mucha ilusión, al margen de si se materializa o no. Queremos entrar en contacto con la comunidad de artistas y creadores de América latina. Llevamos muchos años empeñados en ampliar nuestros horizontes personales a través de nuestras visitas. Ese es el punto de reunión de esa comunidad y nos hace ilusión”.
El 17 de noviembre, en Las Vegas, podrán constatar si ganan en las categorías mejor álbum de pop/rock (Cable a tierra), mejor canción de rock (Finisterre) o mejor video musical versión larga (Matria).
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