Victoria Bastidas: "No soy escultora ni pintora, soy artista"
Se dedica al arte, incluso en contra de la voluntad de su padre, quien quería que fuera ingeniera.
Si algo marcó la infancia de Victoria Bastidas (33) fueron los colores. Lápices, crayolas y todo lo que le permitía plasmar sus ideas se convirtieron en compañeros de trazos que transformó en pequeñas obras de arte.
Con solo 3 años, durante un viaje a la provincia de Bolívar, tierra de sus padres, dibujó las montañas de Chimbo. Y aquello fue el inicio de un camino en el que volcó su talento hacia esculturas y murales que están no solo en Guayaquil, sino también en otras ciudades del país.
Ella, dice, no es pintora ni escultora, es una artista. Y lo es, incluso, a pesar del desacuerdo de su padre, quien quería verla convertida en ingeniera. No soltó su sueño, se inscribió en el Colegio de Bellas Artes en Guayaquil y fue abanderada. Luego, con la ayuda de una tía, ingresó a la Universidad Central, en Quito, y aprendió modelado, talle en madera y en piedra, escultura en metal, efímera y tallado con materiales mixtos. A partir de entonces no hubo vuelta atrás.
Un gran semillero para el arte
Leer másBecada, viajó a Barcelona, en España, y aprovechó para recorrer el Viejo Continente. Se ‘encontró’ frente a frente con el fantástico Miguel Ángel y con Gian Lorenzo Bernini, padre de la escultura barroca. Ese palpar de primera mano lo que solo había visto en libros, la hizo alucinar, según sus propias palabras. Y siguió su recorrido en algunas ciudades de Francia, en Berlín y en San Petersburgo.
Ahora tiene su propio estudio en el norte del Puerto Principal. Visitarlo es adentrarse en un mundo repleto de brochas, pinceles, pinturas, cuadros y esculturas a medio hacer. Es el taller de una artista.
UNA GRAN OBRA DE 18 METROS
Ella lo sabe y lo dice con orgullo: su máxima obra es, sin duda, el monumento del Bicentenario, que será ubicado en Olmedo y Malecón Simón Bolívar, diagonal al Club de la Unión, en Guayaquil, el más grande que tiene a su haber. Son 18 metros de altura, veinte piezas de tamaño natural, ocho de las cuales representan a los héroes y las heroínas que intervinieron en el proceso de independencia, aquel que en 2020 cumplió 200 años. Allí están también Medardo Ángel Silva y Rosa Borja.
Pero su importancia va más allá de su tamaño, pues es la primera vez que se pone a la mujer en un rol igualitario, aquellas valientes que formaron parte de la organización y planificación de la gesta independentista del 9 de Octubre de 1820.
Y así como el público podrá admirar la variedad de personajes, ella reconoce que detrás de aquella megaescultura está un inmenso grupo de gente, entre los que se cuentan historiadores, documentalistas, arquitectos, ingenieros y, por supuesto, artesanos.
¿Cuánto tiempo le tomó crear todas las piezas del Bicentenario?
Todo en un año. Tiempo récord con la pandemia. Cada quince días salían tres piezas, modelaba cabezas, manos y la escultura más grande tardó 45 días. Solo el bronce mide 9 metros, más la bandera y columna llega a los 18 metros.
No hay espacio para la música en Guayaquil
Leer más¿Pudo dormir mientras lo esculpía?
¡Uy Dios mío...! Hasta ahora no duermo. Y no lo hago desde que empecé a estudiar arte.
Después de terminar el monumento para la ciudad, ¿con qué obra quisiera seguir?
No lo he pensado, porque no es mi enfoque principal. Mi deseo es hacer una exposición con algunos dibujos que he venido trabajando. Mi obra personal. Estaba viendo mis cuadernos y algunos dibujos son muy íntimos, aquellos que hacía en mis ratos libres y son como desfogue, y luego hacer una exposición con lo que queda del bicentenario. Tiene que ver con polvillo de bronce, pero no como modelo de pieza, sino a modo de búsqueda.
¿Cuándo se instalará el monumento?
Espero que esté finalmente instalado este 26 de septiembre. Ha sido una obra tan accidentada que debió inaugurarse en octubre de 2020, pero por la pandemia y luego las crisis políticas y económicas no se lo logró.
¿Es verdad que sus obras privadas están bien cotizadas?
Sí, por todo lo que implica el trabajo. Y es lo que me permite vivir.
CUATRO CLAVES
- Su primera obra pública: el Monumento a la Madre, en Salinas.
- Los mejores clientes de sus trabajos privados: los quiteños.
- Actualmente trabaja en la Virgen de Santa Lucía para el GAD de ese cantón.
- Otra obra de la que se siente orgullosa: los seis ángeles elaborados en cristal líquido, en la Plaza Colón. Representan el servicio que nunca se detuvo durante la pandemia.
MÁS DE ELLA
- Creó y vendió sus primeros óleos a los 11 años. A los 13 ya daba clases de arte.
- Tiene dos hermanas, ella es la de la mitad.
- Está por culminar la carrera de Arquitectura.
Fotos: Camilo Alvarado Ganchozo (Ig: @calvaradoph). Producción: Alejandra Cereceda. Maquillaje y peinado: Steffi Jiménez (Ig: @steffijimenezmua). Vestuario: Lalitya (Ig: @lalitya_ec).