Árboles para el Bicentenario
Siempre se hace la pregunta de cuántos árboles debe tener una ciudad. La respuesta es simple: la mayor cantidad posible.
En un informe reciente se establecía que el Ecuador es el país con la mayor tasa de deforestación de América Latina. Los datos son realmente alarmantes: entre fines de la década de los noventa hasta la actualidad se han perdido dos millones de hectáreas de bosques nativos, de las catorce y medio hectáreas que había. Según la FAO se pierden 106.000 hectáreas de bosque nativo al año. Solamente en la provincia de Esmeraldas se talan cerca de 12.000 hectáreas al año para aprovechar la madera, y no se reforesta al mismo ritmo. Además de que puede tomar, en algunos casos, una generación o más para poder tener árboles del tamaño de los que fueron cortados.
En el otro extremo, Canadá anuncia un agresivo plan de siembra de árboles: en los próximos diez años se compromete a plantar dos mil millones de árboles a lo largo de todo su territorio.
Ecuador no ha querido quedarse atrás, el presidente Moreno anunció que a partir de 2020 se iniciará un plan a mediano plazo que contempla reforestar con nueve millones de árboles, empezando por la reserva biológica de Yanacocha, cercana a Quito, donde se emplazarán los primeros 100.000 árboles nativos.
En el contexto actual, la siembra agresiva de árboles y la recuperación de la masa vegetal de bosques nativos es una necesidad de supervivencia. Las ciudades no deben quedarse atrás. Siempre se hace la pregunta de cuántos árboles debe tener una ciudad. La respuesta es simple: la mayor cantidad posible.
Próximos a celebrar los doscientos años de Independencia de Santiago de Guayaquil, que dio inicio al proceso emancipatorio de nuestro país que culminó el 24 de Mayo de 1822, ¿no podríamos celebrar este acontecimiento dándole más árboles a la ciudad? ¿Cuántos? Propongo que sembrando mil árboles por cada año que celebramos, es decir, 200.000 árboles nuevos con especies nativas de la costa. En este plan podría involucrarse a los miles de estudiantes de las escuelas, colegios y universidades de la ciudad. Es totalmente factible y necesario.
Y sería un ejemplo para el resto del país.