¡Alerta, compatriotas!

Imagínense compatriotas que, hasta el día de hoy, ni siquiera los que nos creímos ‘leídos y escribidos’ (sic) estamos conscientes y, menos aún, conocemos a fondo el contenido de las preguntas que constan en la tal consulta popular

Embebidos como estamos en los rezagos y temores de la pandemia, las novedades del fútbol, los tales conciertos, las Fiestas de Quito, las previas navideñas, las proximidades del nuevo año y otras celebraciones, los ecuatorianos no nos percatamos de las barbaridades, triquiñuelas, desmanes e injusticias que se están “cocinando” a nuestras espaldas, tanto en el ámbito político como social; situaciones que, hasta cierto punto, nos parecen repugnantes e injustificables. Los presos están siendo liberados sin saber ni cómo ni cuándo, aduciendo ser “perseguidos políticos” e inocentes palomitas. Imagínense compatriotas que, hasta el día de hoy, ni siquiera los que nos creímos ‘leídos y escribidos’ (sic) estamos conscientes y, menos aún, conocemos a fondo el contenido de las preguntas que constan en la tal consulta popular y que, seguramente, habrán sido presentadas, discutidas y aprobadas, según conveniencias, entre gallos y medianoche; cuando se piensa que estas importantísimas preguntas debieron ser previamente sometidas y consultadas a juicio de los electores para saber hasta qué punto benefician al pueblo ecuatoriano y, posteriormente, dar una amplia cobertura y publicidad a fin de que, una vez bien documentado y con conocimiento de causa, el pueblo tenga la posibilidad de analizarlas, reflexionar, discutirlas y razonar correctamente su voto.

Lic. Fabiola Carrera A.