América Latina hacia una soberanía alimentaria y sanitaria

Es tiempo de emprender la independencia y mantener soberanías homogéneas monetarias, alimenticia, territorial, educativa, estatal, medicinal, tecnológica, etc.

En la última década y en especial los tres últimos años, América Latina atraviesa embates por la desaceleración económica mundial debido a la pandemia y la escasa producción de alimentos y medicinas, acechada por débiles inversiones, comprometiéndose con gobiernos de fuertes economías, importando más y exportando menos, sin minar el hambre e insalubridad. Ya es hora de que los pueblos hagan autogestión, aprovechando al máximo las tierras ociosas, con verdaderas reformas agrarias donde existe déficit productivo. De 33 países, solo una cuarta parte de los territorios se aprovechan para vivir, sembrar y comercializarlos, avizorándose inseguridad alimentaria que solo favorece a productores clásicos de banano, arroz, café, cacao, papas, legumbres, frutas, etc., que son pocas familias y ocupan vastos territorios cuya producción en su mayoría exportan, sin satisfacer demanda interna. Con poca educación tecnológica, solo se especializan en profesiones de escritorios, cuando se requieren manos agrícolas para sembrar la tierra. ¿Que harían los países industrializados sin nuestras materias primas?; sus maquinarias no producirían alimento procesado ni medicina. El petróleo se está terminando pero Ecuador tiene en el Pacífico nódulos polimetálicos de manganeso; hay que explotarlos y pagar deuda externa. Es tiempo de emprender la independencia y mantener soberanías homogéneas monetarias, alimenticia, territorial, educativa, estatal, medicinal, tecnológica, etc.

José Arrobo Reyes