Cartas de lectores: Archivar ilógico reglamento a la Ley de Turismo
Dejen trabajar en libertad a los guías de turismo
El turismo interno mueve la economía de restaurantes, bares, vuelos, hoteles, alojamiento en hogares, transporte turístico en Ecuador. En contraste, basta ver el escasísimo número de turistas extranjeros y dividir esa cantidad para los cientos de guías, para darse cuenta que debe ser verdad lo que dice una guía que reclama el archivo de una ilógica propuesta de reglamento a la Ley de Turismo: “en 2024 pude guiar en solo seis ocasiones”.
Uno de los absurdos argumentos que se estaría esgrimiendo para que los guías paguen por una ‘patente’ es que ‘no realizan un servicio turístico, sino que se benefician de una actividad turística’, erróneo criterio que desmotiva a quienes tienen formación de tercer nivel -algunos de cuarto nivel- y se han capacitado para desplegar su conocimiento in situ, lo que las autoridades han sido incapaces de mostrar en el exterior durante lustros de dispendiosos e infructíferos gastos y viajes de funcionarios con sueldos dorados de libre remoción.
El guía tiene, por derecho constitucional, la libertad de trabajar y no estar anclado a una agencia de viajes, que tiene su propio giro de negocio y guías propios. Este intento de política confiscatoria de pretender ‘certificar’ a guías seguro merecerá un dictamen de inconstitucionalidad. ¿Se imaginan que los médicos no puedan ejercer su profesión porque no trabajan en un hospital? ¿O que deban pasar cursos cada cierto número de años que los certifiquen como aptos para desempeñarse en el cargo? ¿Se da cuenta el Ministerio de Turismo que en redes sociales una persona, ignorante esa sí de lo que habla, y que no está sujeta a ninguna responsabilidad ulterior, puede causar mucho daño (103 mil vistas en un programa producido por una persona extranjera) al decir barbaridades como que Eugenio Espejo es fundador de Quito o no aclarar que el sombrero de paja toquilla tiene su cuna en Montecristi? Hay que eliminar en la Ley de Servicio Público la libre remoción, que daña el ambiente laboral de las instituciones y pretende imponer certificaciones no se sabe a través de qué empresa o consultor.
Los partidos políticos deben dejar de ser agencia de empleo y no aupar a gerentes, directores, asesores, coordinadores de libre remoción, que solo contribuyen a incrementar el déficit del erario nacional, a dañar la imagen del país y desalentar a servidores de carrera. Dejen trabajar en libertad a los guías de turismo. La palabra la tienen el Ministerio de Turismo, de Telecomunicaciones, la Asamblea y la Corte Constitucional.
Diego Fabián Valdivieso Anda