¡Basta ya de seguir con el atropello a la confianza y el bienestar del pueblo!

Llegó el momento de elegir bien y decirles a los mismos de siempre: ¡basta ya!

En el país hemos observado desde décadas atrás un irrespeto de la clase política hacia el pueblo, al no procurar de manera seria y comprometida el bienestar colectivo; al gobernar sin visión, al legislar con ligereza, al aprobar proyectos intrascendentes (Día Nacional del Gamer) y dejar abandonados asuntos serios y graves. Irrespeto en el ejercicio de una mala administración pública y malas decisiones en el Poder Ejecutivo que no termina en enfrentar los graves problemas de inseguridad, corrupción, crimen organizado, narcotráfico, desempleo, salud y educación. Este reiterado irrespeto carece generalmente de consecuencia civil o penal. 

Simplemente sucede y el agravio daña, pero quien perjudica sale inerme, sin pagar; a veces incluso recibe un premio por desarrollar esa narrativa, sin considerar el costo social o institucional perpetrado. No se construye un país sin la seriedad debida. No se gobierna ni se edifica dejando de buscar soluciones permanentes para los males y carencias de la ciudadanía. La lucha por alcanzar mayores y mejores niveles de vida y satisfacción para el pueblo debe ser permanente. Muchos podremos perdonar, pero jamás olvidar a quienes nos han fallado, irrespetado, burlado y abusado de la confianza que les dimos en las urnas. Ya fue suficiente habernos equivocado eligiéndolos mal, escuchando promesas que no cumplen. Ha sido demasiado el atropello a la confianza y bienestar del pueblo ecuatoriano. Llegó el momento de elegir bien y decirles a los mismos de siempre: ¡basta ya!

Mario Vargas Ochoa