Carta de lectores: Ciudad soñadora y valiente

Por eso el 9 de Octubre de 1820 con su sangre sellaron la independencia que nos dejaron como herencia

Sembraste en el alma de la patria el germen de la libertad; orgullo eres del pasado y el presente.

Llama invencible luchando contra la opresión de los poderes, no te dejas vencer por la injusticia y dices no a quien te hiere.

¡Madre de la libertad!, con lealtad y heroísmo legaste a tus hijos el amor a la patria y al civismo; por eso el 9 de Octubre de 1820 con su sangre sellaron la independencia que nos dejaron como herencia.

Gracias a Dios y a los patriotas, salvas de libertad sonaron airosas. Brilló la Aurora Plácida, sabia proclama; nació la democracia, la patria aclama a Guayaquil. ¡Estrella independiente y soberana!

Myrna Jurado de Cobo