Cartas de lectores | Sin hacer ni poder

Dos opciones: Asamblea constituyente con cambio de leyes a favor de narcos. Más aranceles, impuestos, regulaciones, trabas, controles, papeleos, turnos y tramitadores. Hospitales hundidos en corrupción, aduanas paralelas. Ejército cuidando droga. Policías extorsionando, jueces liberando criminales. Narcotráfico, cárceles tomadas por bandas. Fiscales asesinados, guías penitenciarios muertos. Negociados, impunidad, coima, persecución a quien opine o piense distinto, censura y pobre de aquel que denuncie corrupción. Cadenas nacionales, medios controlados. Insultos, división, odio a la empresa, emprendedor y empresariado. Disolución de la herencia, que pague el que más tiene, desaparición de la clase media. Agigantamiento del Estado, todos los poderes sometidos a la agenda de un partido. Reelección indefinida. Soberanía, nacionalismo soberbio de la moneda. A robar plata de donaciones o de incremento de impuestos para atender una desgracia natural. Fiestas con cantantes en el palacio, valija diplomática con droga, carreteras para el narcotráfico, aeropuertos para narcos con nombres rimbombantes como Refinería del Pacífico. Cinismo, insultos. Propaganda, miedo, fuga de capitales, duplicación del impuesto a la salida de divisas, extorsión a empresarios grandes, juicios de coactiva a adversarios. Empresarios ahogados por el Ministerio de Trabajo. Desinversiones, despidos desempleo. Muertos explicados como delincuencia común, acuerdos entre privados, chabacanos de la misma calaña comprando mansiones y autazos. Contratos con nuestro petróleo, lavado, muerte, prepotencia, sanduchitos para la contramarcha. Por otro lado un inexperto rodeado de jóvenes a quienes los burócratas dorados puestos hace una década como pago de campaña les paran en seco toda iniciativa de cambio. Eso tenemos: narcos prepotentes armados, con ganas de retomar el control del país y un grupo de niños jugando a la política, sin idea clara del significado de democracia, república, política, transparencia eficiencia, pobreza desnutrición, criminalidad o violencia. Mientras ambos grupos ‘dividen y vencen’, el país parado, viendo cómo nos destruyen, frustrados, sin hacer ni poder, sin nada.

Pablo Veintimilla B.