Cartas de lectores: 4 de febrero, Día mundial de la lucha contra el cáncer
La comunidad debe realizarse chequeos médicos anuales o periódicos, evitar factores de riesgo e informarse por fuentes autorizadas
Con 17 millones de habitantes, hay 35.000 nuevos casos de cáncer; entre 18 y 20.000 personas mueren al año en Ecuador, desnudando graves falencias del sistema sanitario. El de mama ocupa el primer lugar (12 %), seguido por próstata (11), estómago (8), tiroides (7), piel (7), cérvix (6), pulmón (5); además colon, linfomas, leucemias, cabeza/cuello y ovario, etc. El de cuello uterino ha disminuido su incidencia y letalidad por la vacuna contra el virus del papiloma, tamizajes citológicos y biomoleculares, mas estamos lejos de cumplir la meta 90-70-90 para 2030. El cáncer de mama ha bajado su mortalidad por mejores recursos, diagnósticos y terapéuticos, en especial de imágenes; pero su incidencia tiende a aumentar. El de próstata es el más frecuente en hombres, con 35,7×100.000 de posibilidades de desarrollar neoplasia; basa su detección precoz en la determinación anual del Ag. prostático, ecografía, tacto rectal y consulta con el especialista. Hay neoplasias malignas de baja incidencia pero de elevada morbimortalidad y mal pronóstico. A muchos se los diagnóstica por metástasis (ovarios, melanomas, hepatocarcinomas, colon, esófago y páncreas, este último con sobrevida media de solo 2 años tras el diagnóstico). El cáncer tiende a elevar su incidencia en personas cada vez más jóvenes por falta de políticas de prevención y detección precoz, factores de riesgo (obesidad, sedentarismo, consumo excesivo de alcohol, tabaco, drogas, promiscuidad sexual, antecedentes familiares, exposición a radiaciones (uv), menarca temprana, terapias hormonales, contaminación ambiental y de alimentos por venenos y metales pesados -aún no hay estudios concluyentes-, ruido, no dormir suficiente, dieta chatarra, automedicación, estrés y estilos de vida tóxicos, lo que por mecanismos epigenéticos activan o inactivan genes, lo que predispone a sufrir enfermedades o heredarlas. La prevención y detección temprana de las neoplasias son los únicos recursos válidos que permiten salvar vidas, y una buena cultura sanitaria que desmitifique la enfermedad. La comunidad debe realizarse chequeos médicos anuales o periódicos, evitar factores de riesgo e informarse por fuentes autorizadas.
Francisco Plaza Bohórquez