Cartas de lectores: 9 de Octubre de 2024

Es hora de reflexionar en conjunto y unificar criterios

El 9 de Octubre de 1820 Guayaquil fue escenario de una gran gesta histórica. Se dio fin a la oprobiosa dominación española y se inició, con el lema Guayaquil por la patria, el proceso de liberación que finalmente independizó todo el territorio que luego sería República del Ecuador. 

Desde entonces, para los guayaquileños y los que aquí vivían y viven, rememorar esta fecha fue siempre motivo de exaltación y júbilo; fue su fiesta, la fiesta cívica celebrada sintiendo a su ciudad. Pero en el Guayaquil de 2024, ¿tendremos los mismos sentires? No, ni en las actividades oficiales. 

Nos han arrebatado la alegría, el optimismo, el valor, la confianza del libre tránsito y de seguridad en los hogares, viendo cada día que muchas puertas se cierran, mientras la economía de la ciudad se malogra. Hoy somos seres casi enclaustrados, indefensos e impotentes ante la muy grave crisis de seguridad y otras que vivimos. ¿Qué hacer? ¿Guayaquil perdió los arrestos y bríos que la ubicaron en la ciudad de las grandes hazañas que transformaron su vida y la del país? Por supuesto que no. ¿Faltan líderes que canalicen el caudal de sentimientos y acciones que desearía realizar la población? ¿Dónde están las fuerzas vivas de la ciudad: academia, medios de comunicación, cámaras industriales y comerciales, las numerosas asociaciones y gremios de profesionales, mujeres, trabajadores, artesanos y estudiantes, etc., que históricamente han dicho que a Guayaquil y a Ecuador se los respeta? No son momentos de separaciones políticas partidistas o de otra índole. 

Son momentos por la vida, la ciudad, el país. Es hora de reflexionar en conjunto y unificar criterios, comprendiendo e interiorizando que a más de las balas y blindajes militares, o junto con ellos, debe darse una gran batalla aniquilante de las tremendas injusticias sociales, políticas y económicas que agobian y destruyen familias y vidas de muchos seres humanos que tienen derecho a una vida digna y decorosa. Guayaquil necesita, con urgencia, que este 9 de Octubre de 2024 se convierta en otra ‘aurora gloriosa que anuncie’ el inicio de las acciones que los momentos históricos presentes exigen.

Rosa Lalama Campoverde