Cartas de lectores | La academia frente a la corrupción

La academia debería dar seguimiento a los casos más emblemáticos de corrupción

Me preocupa la falta de pronunciamiento y acciones que evidencien el compromiso de autoridades, profesores y estudiantes universitarios para rechazar la corrupción, que tiene a la impunidad, originada en un sistema judicial corrupto como mejor motivación para delinquir. La fiscal Diana Salazar enfrenta poderosas mafias integradas por políticos, jueces, autoridades judiciales, policiales y otros actores, dentro y fuera del país, que han logrado infiltrarse en casi todas las instituciones públicas y privadas. Aparte de expresiones de apoyo, no existe una organización que articuladamente agrupe a ciudadanos que admiramos su capacidad y valentía, exponiéndose en cada audiencia a los corruptos y sus equipos multidisciplinarios, interinstitucionales e internacionales. La academia debería dar seguimiento a los casos más emblemáticos de corrupción para revelar suspensiones injustificadas de audiencias y otras acciones promovidas por abogados y jueces sin ética; entrega incompleta o inoportuna de información y documentación solicitada; falta de celeridad en emisión de sentencias, privilegios de algunos sentenciados, demora de extradiciones. Estamos próximos a la designación de autoridades del Consejo de la Judicatura y el apetito mafioso de volver a designar autoridades, jueces y fiscales que han demostrado ser eficientes para promover la impunidad a cambio de favores diversos es un verdadero riesgo. Para mitigarlo, la academia debe organizar veedurías ciudadanas que vigilen este proceso, y exigir transparencia a través de información pública accesible que facilite el control social.

Mario Andrade Trujillo