Cartas de lectores | Acerca del artículo de opinión “Contra Bolívar”

El debate histórico puede llevar a controversias y a criterios dispares

Séame permitido a título personal, y no pretendiendo asumir representación alguna, aunque soy miembro de la Academia Nacional de Historia, Capítulo Guayaquil, expresar mi censura y rechazo a la publicación cuya autoría corresponde al Sr. Xavier Flores Aguirre en la sección Opinión, pág. 9 de EXPRESO, el viernes 13 de diciembre. El columnista titula su comentario “Contra Bolívar”, llevando a cabo una relación sobre la jornada revolucionaria independentista de Guayaquil del 9 de Octubre de 1820, identificando con propiedad el histórico pronunciamiento y la designación del ilustre ciudadano José Joaquín de Olmedo, a quien se lo elige primer jefe político de nuestra ciudad, y como su efecto, se reúne un Colegio Electoral con la finalidad de expedir el documento al que se denominó Reglamento Provisorio de Gobierno, al que calificó el ilustre vate como Constitución Provisoria. Lo indicado se ciñe con rigurosidad a lo reseñado por el Sr. Flores, así como la llegada a nuestra ciudad del Gral. Simón Bolívar, señalándose fecha para la reunión de un Colegio Electoral definitivo, lo que acontecería el 28 de julio de 1822; sin embargo, el Libertador dio por concluidas las gestiones de la Junta de Gobierno y adoptó la decisión de incorporar la provincia de Guayaquil a Colombia, ya independizada de España, siendo su presidente, decisión controvertida por importantes historiadores nacionales que han manifestado su inconformidad con tal anexión, aunque a mi criterio no es viable desestimar el razonamiento que pudo sustentar la decisión del Libertador en cuanto a que la Real Audiencia de Quito, que se inicia como tal por Cédula Real del rey Felipe II en 1563, integraba territorial y jurisdiccionalmente el Virreinato de Nueva Granada (Colombia), ya siendo República.

El debate histórico puede llevar a controversias y a criterios dispares, pero el articulista se pronuncia en varios párrafos con agravios y ofensas innecesarias e injustas contra el Libertador de cinco naciones, asegurando que ‘manu militari’ impidió que se constitucionalice la que vendría a llamarse República de Guayaquil, respecto de lo que no existe pronunciamiento oficial, ni reconocido históricamente, para haber devenido en Estado independiente. Concluye su artículo calificando a Bolívar como un “vil dictador” y convoca a los guayaquileños a repudiarlo, lo cual me constriñe a formalizar por escrito mi decisión de contradecirlo, por su inexacto e incorrecto criterio, por decir lo menos, en cuanto a la creación de la República de Guayaquil, lo que jamás se formalizó, más allá de cualquier anhelo que pudo haber existido al respecto y de lo que no obra constancia alguna.

Culmino exteriorizando mi opinión en cuando que el Sr. Flores ha expuesto sus criterios en ciertas colaboraciones periodísticas sobre figuras históricas, pero lo hace en algunas de ellas sin analizar con profundidad, suficiente reflexión, y aún más errada apreciación de circunstancias y ocasiones, como es por ejemplo el artículo que tituló, si la memoria no me es ingrata, “El día que el Dr. Pons se puso el kepis”, siendo equivocado lo que reseña, refutado en obras históricas cuya lectura sugiero, como son la de Alfredo Pareja Diezcanseco, Francisco Guarderas, Javier Gómez Jurado y Rodolfo Pérez Pimentel.

Aquiles Rigail Santistevan