Cartas de lectores: La agonía de los deportes acuáticos
Si el deporte quiere salir de su pobreza técnica requiere una masificación responsable
El deporte guayaquileño vive días muy tristes y complejos, que no se parecen en nada a cuando la Federación Deportiva del Guayas tenía dirigentes a quienes había que sacárseles el sombrero. Los clubes pese a sus pobrezas económicas, cuando salían con selecciones al exterior devolvían el vuelto. Hoy nadie quiere hablar tampoco de masificar ciertas disciplinas en donde no contamos con talentos que representen dignamente al país. Esto porque en Fedeguayas hay quienes prefieren pavonearse manejando carros de alta gama en vez de luchar para que los gobiernos de turno entreguen los fondos necesarios para que la juventud regrese al deporte y se aleje de las drogas. Están desaparecidas disciplinas acuáticas como natación, saltos ornamentales, lanchas a motor fuera de borda y velerismo, que convirtieron a la nación en un verdadero emporio de grandeza deportiva a nivel mundial. El fallecido dirigente Luis Chiriboga Parra con apoyo del expresidente Jaime Roldós, pusieron sus firmas responsables para realizar en Guayaquil el V Campeonato Mundial de Natación, Saltos Ornamentales y Nado Sincronizado, que hizo mucha historia por la enorme calidad y cantidad de participantes. Otros líderes deportivos organizaron en Salinas el Mundial de Velerismo de la clase Optimist y llegaron cientos de jóvenes y niños de varias partes del mundo. Asimismo, aún quedan recuerdos de una epopéyica competencia en el río Guayas, donde deportistas norteamericanos aceptaron el desafío de los mejores representantes del fuerabordismo en Ecuador, entre ellos Roberto Gilbert Febres-Cordero y Leopoldo Rugel Martínez, quien fue campeón provincial nueve años. Si el deporte quiere salir de su pobreza técnica requiere una masificación responsable, en la que tomen parte clubes y federaciones por deporte. Varios exministros de la cartera llenaban cajones con bolas de fútbol y se tomaban fotos, como si en este país solo se practicara el balompié. También hace falta que el Gobierno cambie ese mamotreto llamado Ley del Deporte, para que cada disciplina no mendigue un presupuesto y así poder contratar técnicos con título.
José Emilio Ruiz Ortiz