Cartas de lectores: El agudo conflicto migratorio

No se puede seguir cerrando ojos

Las llamadas clandestinas para que los africanos que querían emigrar a Europa lo intentaran por Melilla en la madrugada del domingo pasado hicieron que estos, pocos, fueran detenidos por la policía marroquí y española.

Se han evitado las numerosas muertes del año pasado, pero han alertado sobre la gravedad y necesidad de resolver la situación. No se puede seguir cerrando ojos: hay que reconocer que este conflicto concreto se debe a que si el Norte proporcionó al Sur los medios para evitar las epidemias (que podían llegarle), no le comunicó, por intereses espurios, los medios adecuados para frenar, como sí hizo él, su natalidad, que hoy desborda hasta ese punto en el Sur.

Josefa Ortega Oliar