Cartas de lectores | El año 2024, de mal en peor
La consulta popular debe convocarse cuanto antes para aprovechar el índice de aceptación pública que tiene Noboa
Lentamente el 2024 será decisivo para el gobierno del Sr. Noboa. Tiene tres desafíos principales: la seguridad pública, la consulta popular y el saneamiento fiscal. Seguridad pública comprende: reorganización del sistema de justicia, derrota del correísmo y de su alianza con el crimen organizado, que incluye un castigo ejemplar y especialización de las fuerzas de seguridad. Queda supeditado fortalecer la judicatura bajo una nueva definición de funciones que debe reformar drásticamente el código orgánico de la función judicial, entre otras cosas por la extrema lentitud en el despacho y la vulnerabilidad de los jueces a las influencias de la corrupción. La consulta popular debe convocarse cuanto antes para aprovechar el índice de aceptación pública que tiene Noboa; si no lo más seguro es que pierda. Esta consulta debe dirigirse a la eliminación del quinto Poder del Estado, que nombra los principales cargos de control, y a la purga absoluta del sistema legal correísta, para que se permita la llegada de la Constitución del tiempo de Durán Ballén. El manejo del tesoro público debe darse con base en los requisitos más elementales de las cuentas, la rendición de cuentas y el ahorro público. Implica los ingresos del petróleo y otros más que tienen significación en rentabilidad. El Sr. Noboa, se presume, sigue por la senda de la confianza y la agilidad, factores que dependen de cómo maneje la alianza que tiene con el correísmo, para que no lo desgaste y no lo contamine con su actitud canalla, y con los socialcristianos, que no son lo que deberían ser, en su habilidad para mezclar el agua con el aceite. El Sr. Noboa está en la obligación moral de revertir el ‘status’ del país como Estado fallido por democracia en construcción, entre otras cosas, porque está gobernando con los peores y en su propio seno se cree que están los mejores colaboradores. Según sea la ofensiva contra el crimen organizado, incluyéndose ahí a Correa & Cía. y la sanción a los instigadores de la muerte de Villavicencio, habría más confianza en Noboa. Y si es más ágil, la confianza arrastraría consigo su próxima victoria.
El mandato de Noboa es de emergencia y, como tal, tiene el deber de arreglar bien las cosas.
¡Buena salud para todos!
Francisco Bayancela