Cartas de lectores: Aplausos y felicitaciones a la ministra del Trabajo

Centenas de millones de dólares se han ido ya en estos mal dados contratos colectivos

Ningún gobernante, alto funcionario o institución se ha preocupado de regular los sueldos dorados y acabar con ellos, así como con ingresos irregulares e irracionales prebendas que se dan desde hace mucho en Ecuador. En la década perdida se produjo este festín al dictarse la Ley Orgánica de Empresas Públicas, legislación laboral correísta que garantizó el latrocinio y la desigualdad de los ecuatorianos, formando una casta de privilegiados. Empresas públicas como: CNEL, Celec, CNT y Petroecuador que nos cuestan $ 400 millones al año, mientras el país carece de muchos insumos, como los médicos. Se debe hacer una auditoría a todos los sindicatos, aparte de los nombrados, para poner coto a estos abusos. Una persona patriótica ha decidido enfrentar esta desigualdad entre ecuatorianos que se da al amparo de ilegales contratos colectivos con que hacen de las suyas en desmedro del empobrecido país, que con remiendos paga sueldos a empleados públicos. El Gobierno acaba de pactar un nuevo préstamo con el FMI, dinero que recibirá en partes, incluso pagando intereses adeudados: debía $ 78.844 millones por deuda pública; sumando los $ 4.000 millones del último préstamo del FMI alcanza los $ 82.844 millones; por otro lado, cual barril sin fondo, los sindicatos dilapidan los escasos recursos. El Gobierno debe aplicar mano dura y sin contemplaciones eliminar estos contratos colectivos; estará eliminando el abuso, despilfarro e inequidad. La ministra del Trabajo, Dra. Ivonne Núñez, demostrando capacidad y solidaridad con el resto de ecuatorianos ha decidido tomar la bandera de lucha contra estas verdaderas mafias de la imposición. Es de esperar que no solo los contratos colectivos se eliminen sino volver a la normativa anterior: a las empresas públicas se les autorizaba tener una asociación de empleados pero no sindicatos. A los verdaderos obreros para tener estabilidad laboral se les permitía conformar un sindicato y estar sujetos al Código del Trabajo. Se debe hacer respetar la ley: “ningún ecuatoriano por alto cargo que ostente podrá ganar un sueldo mayor al del presidente de la República”. Ningún sindicato podrá exigir prebendas que contravengan esta ley. Basta de bonos por eficacia, eficiencia. Esto debe terminar. Centenas de millones de dólares se han ido ya en estos mal dados contratos colectivos. El funcionario que firme un contrato de esta naturaleza o juez que acepte recursos de amparo deben ser destituidos.

José Agustín Arias Osejo