Cartas de lectores: Asaltando la justicia

Empezará obstaculizando el proceso, dilatando audiencias para separar a los jueces de sus casos

Dice Wilman Terán: “Yo vengo de las estrellas, un caminante de los sueños soy”. José Ingenieros en su Hombre mediocre’, menciona a la “bazofia humana”. Basta verle la cara a Terán, gesticulando patológicamente, para entender su símil: El Diablo. Este delincuente que se compara con Cristo dice vivir un viacrucis desde diciembre/23 en que fue detenido. 

No era para nada necesaria su presencia en la Asamblea pues el juicio estaba ganado, pero el presidente Kronfle ordenó, exigió y ponderó que el Gobierno era el más interesado en que venga exclusivamente para que insulte a la fiscal y trate de desacreditarla. 

Como buen autócrata que ejerce por sí solo la autoridad suprema del Estado y el poder emana de sí mismo, Terán grita, insulta a un juez, confiesa a otro que lo odia y es su enemigo, golpea la mesa, se arrepiente de haber condenado a Correa y luego se siente mal y solicita intervención médica. Se le administra paracetamol y vuelve a vivir para ejercitar su nuevo oficio con el que pagará a la RC el haberlo salvado del juicio: asaltar la justicia. 

Empezará obstaculizando el proceso, dilatando audiencias para separar a los jueces de sus casos, como hizo con el juez Felipe Córdova en el caso Metástasis y quiere hacer con Julio Inga. Apoyado por 50 sinvergüenzas de la Asamblea que según Kronfle goza de “35% de aceptación” (la encuesta dice que 9 de 10 consultados detestan a la Asamblea) y la sospechosa presidencia de la Judicatura, quiere desde La Roca enaltecer la impunidad y declarar inocente al mayor delincuente de la historia: Correa.

Carlos Mosquera Benalcázar