Cartas de lectores: El asilo y el gobierno de AMLO
El asilo es una institución para proteger a personas respetables injustamente perseguidas
Al felicitar al Diario por su postura independiente y responsable, reflejada en sus editoriales y páginas y en el contenido de su nuevo diseño digital, quiero expresar mi apoyo a las medidas adoptadas por el Gobierno en el caso de las desacertadas declaraciones del presidente de México, López Obrador, que se refirió en término irreales e irrespetuosos al vil asesinato de Fernando Villlavicencio y un supuesto perjuicio electoral contra las menguadas posibilidades electorales de la entonces candidata del socialismo del siglo XXI, que no logró los votos necesarios para triunfar.
Apoyo asimismo la declaración de persona ‘non grata’ a la exembajadora de México y la oportuna entrada de la Policía para retirar al prófugo Glas.
Las embajadas, según la Convención de Viena, son inviolables para efectos de sus legítimas funciones, como las que supone la vigencia del derecho de asilo, pero el derecho internacional no ampara ni el abuso de ese derecho diplomático ni el uso indebido del asilo territorial para crear un santuario de prófugos y delincuentes.
El asilo es una institución para proteger a personas respetables injustamente perseguidas por sus convicciones políticas (Haya de la Torre) o religiosas (cardenal Mindszenty), no para facilitar la fuga de delincuentes (Duarte); no debe ser utilizado para proteger a delincuentes y a involucrados en casos de peculado, soborno, concusión y otros. México, país respetable, se ha convertido en el cómodo ‘asilo’ para personajes muy cuestionados que han violado las leyes de la honestidad y el derecho penal vigente.
Eduardo Mora Anda