Cartas de lectores: Atenas del Ecuador
Convocar tal cantidad de mandatarios o jefes de Estado cada año puede resultar excesivo e innecesario
Es el apelativo otorgado a la hermosa ciudad de Cuenca, fundada el 12 de abril de 1557 por el explorador Gil Ramírez Dávalos. El virrey del Perú había encargado su fundación y ordenó que fuera bautizada con el nombre de su ciudad natal en España.
Se la llama Atenas por considerarla un centro cultural por la cantidad prolífica de intelectuales, literatos y políticos que siempre ha generado, no obstante su menor tamaño en comparación con las ciudades más importantes y populosas del país. Cuenca ha merecido notoriedad desde mucho tiempo atrás y se ha convertido en una de las ciudades de mayor preferencia de turistas nacionales y extranjeros que visitan Ecuador, al mismo tiempo de quienes escogen este país como lugar de residencia luego de su jubilación en Europa, Canadá o EE.UU.
En los últimos días fue noticia a nivel mundial por la organización de la XXIX Cumbre Interamericana de Jefes de Estado, que a criterio de algunos terminó mal por la escasa presencia de los titulares, apenas cuatro de 20 convocados. Se quiere responsabilizar al presidente Daniel Noboa y su canciller Gabriela Sommerfeld por la crisis constitucional respecto al ‘impasse’ con la vicepresidente Abad, el tema de la Embajada de México y la coincidencia con la reunión APEC en Perú.
Creo es un exceso reunirse anualmente; debería ser mínimo cada tres años, o puntualmente, si hubiera necesidad. Convocar tal cantidad de mandatarios o jefes de Estado cada año, considerando que cada país tiene sus propias prioridades, puede resultar excesivo e innecesario. Lo bueno de este fiasco fue que Cuenca se convirtió en centro de atención mundial.
En todos los medios de comunicación, cadenas y redes sociales conocieron de su existencia, de las razones por las que fue escogida como sede de esta importante cita, habiendo aumentado su fama y notoriedad internacional. Sentimos admiración por esta bella ciudad y aplaudimos su renovado progreso, pese a las pueriles intenciones de quienes causaron daños irreparables en el parque nacional El Cajas, con el propósito de crear caos e impedir la realización de la mencionada reunión internacional.
Luis Villacrés Smith