Cartas de lectores: ¿Atender las emergencias o el déficit fiscal?

Y como las inversiones privadas tardarán en llegar, es urgente la inversión pública en áreas que demanden mucha mano de obra

EXPRESO en su edición del 16 de abril incluye una amplia entrevista sobre nuestras finanzas, la necesidad de crecer económicamente y las recomendaciones permanentes de bancos y organismos internacionales de no descuidar el déficit fiscal para no crear otros problemas futuros.

En concreto, el déficit se estima que será pequeño si hay “disciplina fiscal”, en cuyo caso contaríamos con recursos suficientes para atender principalmente nuestra deuda externa, pero en cambio postergaríamos la atención de emergencias sociales prioritarias, derivadas del período invernal, y a tantos afectados que han perdido todo su patrimonio, que no es más que una pequeña habitación de uso múltiple, la pérdida de animales y el daño de actividades agrícolas de subsistencia, subrayando que las penalidades que han tenido que soportar los damnificados no les permite esperar que la situación financiera del Estado sea boyante para ser atendidos, ya que para su completa desgracia, varios de ellos ni siquiera cuentan con trabajo.

Sin ser las únicas alternativas, el Gobierno Central debería: 1) recortar, al menos mientras se supere la emergencia nacional, los sueldos elevados del sector público, ya que no se compadecen las remuneraciones de US$. 5.000 en un país donde el sueldo básico mensual, es apenas el 10 %; 2) eliminar todas las exoneraciones tributarias de las personas naturales; 3) cobrar lo que ellas adeudan al SRI y al IESS; 4) revisar los subsidios a los combustibles; 5) acelerar el gasto público, pues transcurridos tres meses del presente ejercicio se ha utilizado menos del 10 %, cuando debería estar ejecutado proporcionalmente un 25 %.

Y como las inversiones privadas tardarán en llegar, es urgente la inversión pública en áreas que demanden mucha mano de obra y poco capital. Si con eso se afecta el déficit, todos entenderán que en un período de emergencia es inevitable el incremento del gasto público.

Iván Escobar Cisneros