Cartas de lectores | El atropello mundano
En efecto, hoy más que nunca, necesitamos silenciar las armas y que los trabajadores humanitarios...
El mundo hierve, mientras sus moradores se mueven en la necedad del atropello mundano, lo que requiere hacer un alto en el camino para poder repensar las diversas situaciones que padecemos. Encerrados en nuestros propios intereses mundanos, resulta ciertamente inhumana y deshumanizante la situación, tanto colectiva como individual; cuando en realidad lo armónico es lo único que nos embellece, al hacer de la propia existencia de cada uno una asistencia para los demás. En efecto, hoy más que nunca, necesitamos silenciar las armas y que los trabajadores humanitarios puedan llegar a las personas necesitadas, para llevarles un poco de alimento y mucho de aliento vital.
Víctor Corcoba