Cartas de lectores: Ausencia del valor de la coherencia
Esperemos, si se da en el futuro el juicio político, prime la sensatez
Lamentablemente, cada vez somos testigos sobre cómo el valor de la coherencia, que en resumen es hacer lo que se dice, está ausente en la mayoría de los campos en que se desarrolla la vida humana, debilitando aún más, a la ya debilitada confianza que, como bien lo resalta Francis Fukuyama, es el lubricante clave para facilitar el progreso de una nación empezando, por supuesto, desde el mismo entorno familiar.
Por ejemplo, ahora, a pretexto del posible juicio político a la Fiscal General del Estado, se observa como las diferentes bancas políticas -pensando en los votos de las elecciones 2025 y no en el bienestar general de todos los ecuatorianos- empiezan a mostrar actitudes dudosas sobre su comportamiento futuro; en donde, algunas de ellas, aparentemente, se muestran como defensoras del trabajo de la Fiscal, pero al momento de votar -con evidencia de otras votaciones en la Asamblea-, no será raro que se active el factor “sorpresa amarrada” que, con resultados de votaciones inesperadas, emerge más bien como ese factor destructor del valor de la coherencia llevada a la acción.
Y claro, este tipo de comportamientos a lo único que abonan es al deterioro de la imagen de quienes gobiernan, complicando con ello la estabilidad y la capacidad para lograr que la mayoría del pueblo les crea y, así, se facilite a través de la participación ciudadana y del esfuerzo sinérgico a todo nivel, la consecución de los objetivos trazados en los respectivos planes de desarrollo nacional.
Esperemos, si se da en el futuro el juicio político, prime la sensatez y, rescatando algo de la coherencia que se ha ido perdiendo, cuidar todo un trabajo que, la actual fiscal, ha venido haciendo para combatir a ese mal generalizado llamado corrupción.
Wilson Araque