Cartas de lectores: Bienvenido el 2024
Es nuestra actitud positiva la que puede cambiar lo que dicen las frías estadísticas
Será un año decisivo para el futuro del país, pues enfrentamos desafíos en seguridad y empleo, dos de las principales demandas, que casi nueve de cada 10 ecuatorianos exige. El gobierno de Daniel Noboa tendrá que lidiar con una situación de violencia e inseguridad que ha escalado a niveles históricos, y con una crisis económica que ha golpeado duramente a muchos, pero en especial al mercado laboral.
Ecuador vive la peor crisis de inseguridad de su historia, con aumento del 58 % de los asesinatos entre enero y junio de 2023, respecto al mismo periodo de 2022. De seguir así, se convertiría en el más violento de la región.
La violencia se ha extendido por todo el territorio, afectando en especial a Guayaquil, Durán, Manta, Quevedo y Quito, donde se registran ataques a cualquier hora del día, perpetrados por sicarios, o atentados con bombas.
Los objetivos son desde una tienda de barrio hasta unidades judiciales, y las víctimas incluyen a menores de edad. El Gobierno ha declarado el estado de excepción en varias provincias y ha desplegado al Ejército para apoyar a la Policía, sin embargo, expertos advierten que esta medida no es suficiente para resolver el problema de fondo, que tiene que ver con pobreza, falta de oportunidades, mala educación, corrupción e infiltración del crimen organizado internacional y en gran medida del narcoterrorismo.
El ciudadano común ecuatoriano debe exigir al Gobierno que implemente una política integral de seguridad, que incluya prevención, protección, persecución y rehabilitación, y que garantice el respeto a los derechos humanos de todos, no solo de los presuntos delincuentes.
El empleo sufrió una fuerte contracción debido a la pandemia de COVID-19, que afectó sobre todo al turismo, comercio y transporte. Según el Banco Mundial, el PIB del país se redujo en un 7,8 % y se espera que crezca solo un 2,3 % o menos. Y el mercado laboral ha registrado aumento del desempleo, subempleo e informalidad. Según el INEC, la tasa de desempleo se ubicó en 9,5 % en junio de 2023, lo que significa que más de 500.000 personas no tienen trabajo.
La tasa de subempleo se situó en 22,9 %, lo que implica que más de dos millones de personas tienen un empleo precario. Es nuestra actitud positiva la que puede cambiar lo que dicen las frías estadísticas, y nuestra voluntad de cambiar la que genera engranajes necesarios para que el motor se vuelva a reactivar. Juntos podremos lograr mucho. Bienvenido 2024.
Francesco Aycart C.