Cartas de lectores: Borrachera de mentiras

Cuba parecía que estaba de fiesta, cuando en realidad sufría una ‘borrachera de mentiras’

Haciendo un estimado atrevido yo diría que más del 80 por ciento del pueblo cubano se sentía o se declaraba ‘fidelista’. La famosa cultura arribista u oportunista del cubano. Nadie podía encontrar a un batistiano, ni siquiera con una lupa. Predominaba la frase célebre de: “Se acostó batistiano el 31 de diciembre y se levantó fidelista en el primero de enero”. Cuando critiqué a uno de mis amigos batistianos por haber cambiado de lealtad de Batista a Fidel me dijo: “Yo no cambié, el que cambió fue el gobierno”.

En su discurso del 8 de enero en el campamento de Columbia, un Fidel con rostro angelical le preguntó a Camilo Cienfuegos -el más carismático de los comandantes de la Sierra-, “¿Voy bien, Camilo?”. Nadie habría podido pensar en aquel momento que se convertiría en el asesino de millares de cubanos. Y el primer ministro de la Revolución, el Dr. José Miró Cardona, lo confirmó durante una entrevista por televisión cuando dijo: “Venimos a servir, no a servirnos”. Cuba parecía que estaba de fiesta, cuando en realidad sufría una ‘borrachera de mentiras’.

Alfredo Cepero