Cartas de lectores: Candidatos poco calificados

No son los candidatos descalificados los culpables de nuestra tragedia, somos nosotros, quienes los elegimos

Pueden entrar porque en el país no hay un sistema de regulación y control. Para aplicar a un puesto de mensajero se pide cantidad de requisitos: edad, estatura, títulos, experiencia, tatuajes, récord policial, etc., y para las altas dignidades, presidente y vicepresidente de la República, legisladores, prefectos, alcaldes, etc., ninguno. Hay pase libre hasta para los que reniegan de su tierra diciendo que “la vida en Venezuela es mejor que en Ecuador”, o que pretenden boicotear una consulta popular al decir “voten todo no”, sabiendo que hay preguntas que benefician al pueblo. El aspirante a segundo empleado del pueblo sale echando pestes y regresa a mendigar el empleo; para adular dice: “Maduro es ejemplo de gobernante”. El patrón de los perfiles descritos, prófugo, con desamor a su pueblo pide a la comunidad internacional sancionar a Ecuador por capturar a su compinche en la embajada de México. Vándalos que destruyeron Quito en dos ocasiones quieren ocupar el palacio de Carondelet para terminar con su misión, envenenados, ávidos de revancha. El presidente-candidato destierra a su compañera de fórmula a la zona de candela árabe-israelí. Conciudadanos abramos los ojos, despertemos del letargo, seamos responsables del futuro de nuestros hijos; no sigamos desperdiciando nuestro derecho a escoger. No son los candidatos descalificados los culpables de nuestra tragedia, somos nosotros, quienes los elegimos. Ellos son nuestros empleados, exijamos los requisitos mínimos que deben tener para ser elegidos.

Marco A. Zurita Ríos