Cartas de lectores: ¿Los candidatos entienden la Cuestión Indígena?

Por ahora, los lemas han sido desvirtuados

Se aproximan las elecciones de 2025. Los candidatos, según sus discursos, poco o nada saben sobre el cambio que se dio en 2008 en la Constitución. Se declaró al Estado ecuatoriano como plurinacional para que las identidades originarias, con data anterior a la nación ecuatoriana, se incluyeran en la Constitución como pueblos con valor histórico. 

Pese a la indiferencia con que se mira a los pueblos originarios, académicos indígenas y no indígenas han logrado elaborar una teoría preliminar con conceptos para entender la Cuestión Indígena. El primer concepto es el de Comunidad Indígena, forma propia de organización social que responde a un tradicional patrón de establecimiento diferenciado dentro de las sociedades en las que están insertas.

 Sus rasgos son la propiedad colectiva de la tierra, la reciprocidad comunitaria y el mantenimiento de un patrón cultural propio. El número de comunidades es alto, en cada país andino se cuentan por miles. En la comunidad se conserva el quechua/quichua y se recrea la cultura. En Ecuador se han desarrollado otros conceptos elaborados teóricamente: Pueblo y Nacionalidad. Así, por Pueblo se entiende a cada uno de los conjuntos de comunidades de habla quichua de la zona central y que guardan elementos de memoria colectiva: descendientes de los caranqui, quitu, panzaleo, puruhá, cañari, palta-saraguro. 

Todos conforman la Nacionalidad Quichua. Con el concepto de Nacionalidad se identifican también las comunidades históricas de la Amazonía y el Litoral, ellos reivindican sus rasgos nacionales frente a un Estado-nación que no los ve ni oye: los chachi, tsáchila, shuar-achuar, cofán, siona-secoya, sapara, waorani y quichuas de la Amazonía, entre los que se destaca Sara Yaku. 

Tanto comunidades como pueblos quichuas y nacionalidades circundantes están vinculadas de manera desigual al capitalismo; tienen reclamos de tierras-territorios, quieren valorar sus culturas y lenguas, y tener instituciones propias para afrontar la desnutrición infantil, la desaparición de conocimientos ecológicos-culturales, falta de infraestructura… Tener instituciones indígenas adecuadas a sus necesidades volvería al Estado más plural y democrático. Por eso los lemas de la Conaie (Confederación de nacionalidades indígenas del Ecuador) tradicionalmente han sido tierra, cultura y libertad. Por ahora, los lemas han sido desvirtuados.

Ileana Almeida